Béisbol rompe récords en Bristol con histórico juego de MLB en Tennessee

Lo que comenzó como una idea audaz en un papel, hoy es una realidad que desafía los límites de lo convencional.
"Cuando ves gradas temporales rodeando el diamante, con el marcador Colossus de la pista como telón de fondo, entiendes que esto no es solo béisbol, es un espectáculo跨界", confiesa Jeremiah Yolkut, vicepresidente de eventos de MLB, mientras camina por el campo convertido. La pista de carreras, famosa por albergar multitudes en NASCAR, ahora acoge un diamante de 124,000 pies cuadrados de AstroTurf, donde los Bravos de Atlanta y los Rojos de Cincinnati escribirán un capítulo único.
Detalles que marcan la diferencia:
Pero el juego es solo la punta del iceberg. A pocas millas del Speedway, el Teatro Paramount albergó una fiesta gratuita con pantalla gigante, mientras la MLB Fan Zone desplegó desde ruedas de la fortuna hasta jaulas de bateo. Tim McGraw y Pitbull calentarán al público antes del primer lanzamiento, que harán leyendas como Chipper Jones y Johnny Bench.
Entre los asistentes, historias como la de Rich Lorenzo, fanático de los Bravos que viajó desde Carolina del Sur: "Corrí aquí en dos autos diferentes, pero esto... esto es mágico". Mientras acampa cerca del Speedway, Lorenzo resume lo que muchos sienten: no se trata solo de béisbol o carreras, sino de ser testigos de un momento que, tras el out final, dejará como legado el AstroTurf donado a la Universidad Estatal del Este de Tennessee, cuna de 45 draft picks de MLB.