Patriots inmortalizan a Tom Brady con estatua en Gillette Stadium

No se trata de un simple reconocimiento, sino de un tributo monumental que marcará un antes y después en la historia de la franquicia.

Este viernes, previo al partido de exhibición contra los Commanders de Washington, el Gillette Stadium será testigo de un momento histórico. Robert Kraft, dueño del equipo, confirmó lo que muchos fanáticos esperaban: una estatua de 12 pies (3.6 metros) en honor a Tom Brady, el quarterback que redefinió el éxito en la NFL.

"Queríamos algo que reflejara su grandeza, algo que perdurara por generaciones", declaró Kraft durante el evento donde también se retiró el icónico número 12 de Brady. La escultura, elaborada por un artista local, capturará la esencia del seis veces campeón del Super Bowl con los Patriots.

Detalles clave de la ceremonia:

• La develación ocurrirá en la plaza principal del estadio
• Los aficionados podrán acceder 4 horas antes del partido
• Brady pronunciará un discurso ante lo que se anticipa será una multitud récord

Lo extraordinario del caso es que, cinco años después de su último partido con el equipo, la presencia de Brady sigue siendo tangible. Desde las gradas llenas de camisetas con su número hasta los constantes recordatorios de sus hazañas, el quarterback sigue siendo el alma del equipo.

Su trayectoria con los Patriots parece sacada de un guión de Hollywood: seleccionado en el puesto 199 del draft del 2000, Brady se convirtió en el arquitecto de una dinastía que dominó la liga. Bajo su liderazgo, el equipo conquistó:

• 6 anillos de Super Bowl
• 17 títulos divisionales
• 9 apariciones en el juego estelar

El capítulo final de esta relación llegó en 2021, cuando Brady demostró que la grandeza no conoce fronteras al ganar un séptimo Super Bowl con los Buccaneers de Tampa Bay. Sin embargo, su corazón siempre ha permanecido en Nueva Inglaterra, donde ahora su figura quedará inmortalizada en un gesto que trasciende el deporte.

Mientras los preparativos avanzan, el ambiente alrededor del estadio huele a nostalgia mezclada con euforia. Los fanáticos más jóvenes tendrán la oportunidad de presenciar historia viva, mientras que aquellos que vivieron la era Brady podrán revivir, aunque sea por un día, la magia de esos años dorados.

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