Argentina y Marruecos chocan en final Sub20: orgullo y gloria en juego

Por un lado, una potencia tradicional que busca reafirmar su dominio; por el otro, un debutante ávido de gloria.
Argentina llega a esta final con un bagaje que intimida: seis títulos mundiales Sub20 y una generación áurea que incluye nombres como Maradona, Saviola y Agüero. Hoy, bajo el mando de Diego Placente —exlateral de aquel equipo campeón en Malasia 1995—, la Albiceleste quiere reconquistar lo que considera suyo. "Esta camada carga con el peso de devolverle a Argentina el lugar que nunca debió perder", comentó un asistente técnico anónimo a medios locales.
Los números hablan por sí solos:
Frente a ellos, Marruecos escribe su propia epopeya. Nunca antes un equipo africano había alcanzado la final en esta categoría. Su estilo —velocidad en contragolpe y defensa férrea— ya dejó en el camino a Brasil y Alemania. "No tenemos estrellas, pero sí 22 leones hambrientos", advirtió el técnico Said Chiba en conferencia.
Entre los argentinos, siete jugadores buscan redención: los mismos que en 2023 cayeron en semifinales del Sub17. Dylan Gorosito y Valentino Acuña lideran este grupo que Placente define como "la generación del renacimiento". Según fuentes de la AFA, al menos cuatro integrantes de este equipo recibirán pronto la llamada de Scaloni para amistosos de la selección mayor.
El partido promete batallas clave: la creatividad de Sarco contra la marca asfixiante marroquí, los centros medidos de Carrizo frente a la estatura de la defensa africana. Mientras, en las gradas, cientos de migrantes argentinos —la mayor colonia extranjera en Chile— preparan banderas y cantos. Saben que, más allá de trofeos, hoy se juega el orgullo de un país que vive y suda fútbol.