Los Ángeles
Con una estética frágil y una voz susurrante, este lunes llegó a la capital mexicana Lana del Rey para aniquilar a sus fans con los temas de su placa Born to die y reafirmar porque es considerada la “Nancy Sinatra gangsta”.
Minutos antes de que el sol cayera, cientos de fans se arremolinaban a los alrededores del Pepsi Center de la ciudad de México como pocas veces se ha visto en este foro, pues todos buscaban obtener el mejor lugar para presenciar el show cargado de una expectación descomunal; hubo quienes, incluso, pagaron hasta 2 mil 500 pesos en reventa (más del doble de su valor original) para ver a la neoyorkina.
Pasadas las 21:15 horas, Lana arrasó la víspera con un show en el que deleitó a los presentes con su estilo vintage y una gran dosis de su atractivo físico que la hicieron irresistible para los presentes, quienes no dejaron silbar y externarle palabras de amor como “¡Te amo Lana, cásate conmigo!”.
Reconocida como una de las grandes revelaciones musicales del pop, luego de saltar a la fama hace dos años en un concierto de 90 minutos, Lana del Rey hizo un recorrido sensual por la mayoría de sus temas estrella, desde “Video Games” hasta “Young and Beautiful”, que forma parte de la banda sonora El Gran Gatsby.
En un escenario en el que lucían tres pantallas gigantes que reproducían sus videoclips, la cantante reprodujo la portada de su álbum Paradise Edition.
“Cola” y “Body Electric” fueron los temas elegidos para iniciar su espectáculo e hicieron que el foro se cayera en muestras de agradecimiento, a los que la intérprete correspondió con un “¡Hola México!, bienvenidos”.
Fue durante el tema “Blue jeans” que los seguidores mexicanos sacaron sus teléfonos en alto, cual encendedores para moverlos de lado a lado y entonar al unísono dicho álbum. Siguió con “Videos Games”, canción con la que saltó a la fama.
La velada también incluyó canciones como “Without you” y “Blue velvet”, este último tema a pesar de no ser de su autoría lo hizo suyo, gracias a su cadenciosa interpretación, la cual recibió miles de aplausos y piropos.
La cantante saldó así su deuda con el público mexicano, pues en una sola noche consiguió hacer un recorrido por el pasado y presente e imponer su estilo “gangsta”.