Los Ángeles, CA
UScott Gimple, uno de los productores y guionistas de The Walking Dead, advirtió a los fans de la serie de televisión sobre zombies que la próxima temporada, la quinta, será como “una bomba nuclear” para los fieles segudires de los muertos vivientes.
El último capítulo del cuarto ciclo de la serie de AMC, denominado A, transmitido el pasado domingo en Estados Unidos y ayer en México, se caracterizó por recuperar la acción que la serie había perdido.
“Estamos muy entusiasmados con lo que viene. Los guionistas están trabajando mucho. Estamos viendo todos los lugares a los que vamos a ir.
“Va a ser una temporada increíble, completamente diferente a lo que vimos este año”, destacó Gimple en un encuentro con seguidores de la serie en Los Ángeles, en el cual también participó el protagonista de la producción, Andrew Lincoln, quien recrea al sheriff Rick Grimes.
El pez grande se come al chico
Tras ser capturados en Terminus, un lugar que prometía ser un santuario y se convirtió en otra cárcel y reto más para el grupo de Rick Grames, el sheriff simplemente sentencia casi una declaración de principios.
“Se van a sentir muy estúpidos cuando lo averigüen”, advierte Rick mientras se mueve nervioso. “¿Cuándo averigüen qué?”, contesta el sargento Ford. La cámara se mueve en la oscuridad, un primer plano de Michonne, una mirada inocente de Carl y vuelve a Rick: “Que se han metido con la gente equivocada”.
Así culmina el episodio A de la cuarta temporada de The Walking Dead, luego de Rick recupera su lado salvaje tras ver en peligro la vida de su hijo Carl y sospechar que el anhelado destino de Terminus, no es un lugar que garantiza refugio ni está poblado por buenos samaritanos, ya que sus compañeros de grupo fueron privados de su libertad.