México, DF
Alex Marcovich dice que no lo llamaron al grupo, pero que su música es parte de la banda.
Alejandro Marcovich se queda con la experiencia multinivel que aprendió junto con sus compañeros en Caifanes durante su reencuentro y reconciliación, por lo que, pese a enterarse sorpresivamente de que la agrupación regresaría a una formación original sin él, se queda en paz, contento, sano y creativo en sus proyectos.
“Por algún motivo de la vida no sé si los cuatro o alguno de ellos tenía la ilusión de reformar Caifanes con la agrupación original, así es como lo plantearon mediáticamente. A mí me agarró de sorpresa porque no es algo que platicamos, lo digo con toda la libertad y fuerza que eso conlleva, pero entiendo que algún motivo tiene que haber, no conozco todos pero respeto la decisión. Finalmente no hubo pleito que eso es bueno y me siento con un muy buen sabor de boca de haber compartido ese tiempo con ellos y el público adorable.
“Llegué a la conclusión de que yo sigo estando en la banda, aunque no esté en el escenario porque Rodrigo, a quien respeto y es amigo mío, está tocando las partes de guitarra que yo creé y ahí estoy, está mi esencia y ahí se va a quedar, aunque si quiere hacer un arreglo diferente lo aplaudiré. Estoy en paz con su decisión, espero que les dé resultado y que sean muy felices volviendo a esa estructura. Lo importante es que podamos seguir cada uno en su vida haciendo lo que nos gusta porque ellos tienen mucho para dar y yo también, hay muchos escenarios y oportunidades de compartir la música”, argumentó el músico.
Va por segundo disco
Con un crecimiento artístico y humano en su faceta de guitarrista, cantante, arreglista, productor y compositor, así como en un momento de madurez, es que se encuentra terminando su segundo material discográfico que saldrá este año y será el sucesor de Nocturnal (2003).
“A veces me la pienso demasiado, hay cosas que quiero hacer y que se van postergando porque aparecen otras y nuevos intereses o maneras de divertirme con la música. Quizás antes no era tan urgente hacer un disco solista; estuve ensayando para hacerlo y si de ahí pasé a ser guitarrista de Caifanes yo no me arrepiento porque creo que lo que viví con ellos fue trascendente e importante en mi carrera, aprendí a callarme la boca y cantar con la guitarra y ese aprendizaje hoy en día es un gran halago que la gente escuche mis solos y al primer compás me digan ‘ya se sabe que eres tú’”.
Marcovich confiesa que de los primeros discos de rock que escuchó en su secundaria de Buenos Aires por medio de un amigo que conseguía importaciones fue de Led Zepellin, pero su encuentro con Pink Floyd fue fortuito en una tienda de discos en donde no encontró el álbum de Invisible pero se “hechizó” al escuchar el LP de The Dark Side of The Moon.
Después de una invitación hace aproximadamente cuatro años para tocar la música de la emblemática banda acompañado por la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí es que tuvo un nuevo hallazgo, mismo que llevará el 11 de abril al Plaza Condesa sin la orquesta pero acompañado de una banda de rock y retomando el canto junto a Carlos Muñoz con el reto de que al público le genere algo sin hacer tributos pero dando estilo..