México, DF
El actor disfrutó tanto la experiencia detrás de cámaras que ya se dispone a dirigir otro filme.
Con su ópera prima “Pánico 5 Bravo”, Kuno Becker tuvo un triple reto: además de dirigir por primera vez, el actor escribió y protagonizó la película, un thriller sobre un grupo de paramédicos en la frontera con el que busca hacer reflexionar sobre el racismo y la violencia entre México y Estados Unidos.
La trama sigue a un grupo de paramédicos estadounidenses que, durante una guardia nocturna en Arizona, deciden ingresar a México para auxiliar a un joven herido y al rescatarlo se ven involucrados en una pelea entre grupos de narcotraficantes.
“Pánico 5 Bravo”, cuyo título surgió del código con el que los paramédicos se refieren a un herido de bala (5 Bravo), fue concebida por el realizador originalmente como un documental que seguiría las labores de paramédicos en una ambulancia. Pero precisamente en un vehículo de este tipo, Becker tuvo el chispazo para desarrollar el argumento luego de atestiguar una situación real en la que un joven se debatía entre la vida y la muerte.
“Estar cerca de una persona que estaba perdiendo la vida me conmovió mucho. Cuando me miró e hicimos conexión con la mirada, en ese momento supe que tenía que escribir”, dijo Becker el jueves durante una entrevista.
En la cinta, hablada en inglés y que se estrena en México el 17 de julio, el actor reflexiona sobre temas como el racismo y la violencia en la frontera entre México y Estados Unidos a través de los rescatistas, que se debaten además si deberían tratar de salvar la vida del joven herido.
“No quería hacer esta visión medio tex-mex, de Taco Bell y Cinco de Mayo como (si fuera) independencia. No me interesaba hacer eso, me interesaba hacer una historia de lo que pasa entre los países desde la perspectiva de los paramédicos. Me interesaba hablar de racismo, me interesaba hablar de violencia, pero lo más importante es que me interesaba entretener a la gente”, explicó el protagonista de “Goal”.
Becker dejó entrever muchas de las preconcepciones entre ambos países a través de sus personajes.
Por ejemplo, la única mujer en el equipo, encarnada por Aurora Papile, expresa su negativa para auxiliar al herido diciendo con indiferencia que sólo se trata de “un mexicano más que se muere al tratar de entrar al primer mundo”. Pregunta: “¿Para qué hacerlo? Como si no hubiera ya suficientes mexicanos en un Home Depot”, aludiendo a los mexicanos que frecuentemente trabajan en almacenes de Estados Unidos.
En una escena, “la Bobby” también habla de la corrupción entre autoridades de Estados Unidos que favorecen mantener el tráfico de armas y drogas.
“Si hubiera juzgado a Bobby no habría podido decir esas líneas con tanta libertad”, dijo Papile, quien destacó que logró su papel gracias a la labor de Becker. “Como director sabe sacarnos lo mejor a los actores y los personajes, apretando los botones que tenga que apretar y diciendo lo que tenga que decir, pero habla con un lenguaje que entendemos”.
Becker disfrutó tanto la experiencia detrás de las cámaras que ya se dispone a dirigir un segundo filme, “85”, sobre el terremoto que sacudió la capital mexicana en 1985.
“Es una película que me ha llevado mucho tiempo levantar, es una película mucho más cara, dijo Becker, quien añadió que podría comenzar a rodar tan pronto como en noviembre.
“Por lo menos es otra que voy a dirigir; después de esa tal vez nunca más”, bromeó y de inmediato acotó con seriedad que, mientras haya oportunidad, seguirá “disfrutando” de hacer cine.