Nevada y Taiwán chocan en la final de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas
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René CardenasGarrett Gallegos, el lanzador y bateador estrella de Nevada, no solo dominó desde el montículo con ocho ponches en cinco entradas, sino que también selló su actuación con un jonrón espectacular en la cuarta entrada. "Fue un momento mágico", comentó Jayden Lee, su compañero de equipo, quien le arrebató el casco en medio de la euforia mientras la multitud coreaba el nombre de Garrett.
Pero el partido no fue solo una hazaña individual. En la primera entrada, Grayson Miranda protagonizó una de las jugadas clave del juego:
- Con las bases llenas y una cuenta de 0-2, resistió siete lanzamientos.
- Un descontrol del pitcher permitió la primera carrera.
- Finalmente, conectó un rodado al jardín derecho que impulsó dos carreras más.
Mientras tanto, en la semifinal internacional, Taiwán demostró por qué es un clásico en estas justas. Con un pitcheo impecable de Liu Wei-Heng y una carrera manufacturada en la tercera entrada, derrotaron 1-0 a Aruba. "Tenemos un plan y lo estamos ejecutando", afirmó el manager Lai Min-Nan, quien ya piensa en la final con Lin Chin-Tse como abridor.
Detrás de estas historias deportivas, hay un movimiento más grande. Organizaciones como el Instituto Aspen y las Pequeñas Ligas están impulsando la iniciativa Take Back Sports, que busca aumentar la participación juvenil en deportes organizados. "Cada niño merece la oportunidad de jugar", subrayó Tom Farrey, uno de los promotores del proyecto.
El escenario está listo para un duelo épico este domingo. Nevada, buscando su primer título, contra Taiwán, que quiere reconquistar la gloria después de 27 años. Dos estilos, dos culturas y una sola meta: levantar el trofeo de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas.
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