Tim Burton regresa con Big Eyes

Los Ángeles.

El director dirige a Christoph Waltz y Amy Adams en la cinta que se estrena este fin de semana.
Después de haber realizado una cinta biográfica como Ed Wood, basada en el que es considerado el peor cineasta de todos los tiempos, Tim Burton regresa a este género con Ojos grandes (Big Eyes), filme basado en el matrimonio de Margaret (Amy Adams) y Walter Keane (Christoph Waltz), mientras que ella pintaba cuadros basados en personas con ojos muy grandes, su esposo se dedicaba a firmar dichas obras y tener el crédito, destacando su carisma y habilidad para hacer mercadotecnia y relaciones públicas. Estas son las “pinceladas” de la nueva obra de Burton.
“Hay similitudes con la anterior (Ed Wood), como por ejemplo, son los mismos escritores, pero hay similitudes en el aspecto de qué es bueno y qué es malo, qué es arte y qué no lo es. Es hallar una línea entre ambas cintas; también me gusta el hecho de hallar esta gente de la vida real... en la historia es tan extraña, es más extraña que en la ficción, es algo que realmente gozo. También la relación disfuncional, crecer con esto y estar rodeado por esto lo encuentro extraño; estos cuadros con ojos lindos, pero, al mismo tiempo, inquietantes, el por qué se volvieron tan populares fue un momento muy extraño con el que recuerdo haber crecido”, explicó.
A lo largo de la filmografía de Tim Burton se pueden hallar temas recurrentes —como la muerte—, una atmósfera inquietante y kitsch, además de contar —casi siempre— con Johnny Depp como protagónico y con Helena Bonham Carter, de quien recién acaba de separarse; aunque en este filme ambos brillan por su ausencia. “Estaban ocupados (risas)”.
“Fue un buen caso, porque particularmente admiro a esta gente (quien protagoniza la película), nunca había trabajado con ellos. Con Christoph, Amy, Terence (Stamp), toda la gente de la que he visto su trabajo y admiro, por fin, tuve la oportunidad de trabajar con ellos. Fue una nueva química en el set ¿sabes? Fue divertido ver a nueva gente y envolverme con ellos, es divertido trabajar con gente con la que he trabajado, pero también es bueno mezclar”, resaltó.
Algunos críticos han recibido bien a Ojos grandes, mientras que otros no quedaron complacidos. Sobre si las malas críticas lo mortifican, el cineasta dijo estar más allá de eso.
“No, ya lo he superado, me ha pasado toda la vida, trato de equilibrarlo, por eso no leo las malas, ni las buenas reseñas, no las tengo muy de cerca, porque he experimentado en cada película que he hecho, no lo hago”, aseguró.

Talento reunido
Considerada como una de las grandes pintoras de la década de los 60, donde imperaba el rock and roll y los ritmos a go go, Margaret Keane logró gran popularidad, sin embargo, la autoría de los cuadros vendría tiempo después.
En la cinta de Burton se dibuja a una mujer de gran sensibilidad pero sometida por las reglas impuestas por su marido. Amy Adams protagoniza a la pintora, rol que le valió un Globo de Oro como Mejor Actriz de Comedia o Musical.
La pelirroja conoció a la verdadera Margaret, de 88 años, lo que le sirvió para darle más matices al personaje.
“Bueno, con este personaje fue de mucha ayuda, porque no hay mucho que puedas sacar de las páginas, ya que ella es muy callada, incluso en sus propios textos. Conocerla me permitió entender este raro sentido del humor, su inteligencia, lo que hay detrás de sus ojos, fue privilegiado para mí el conocerla y pasar tiempo con ella, que abriera sus experiencias conmigo”, reveló la cinco veces nominada al Oscar.
A pesar de ganar diferentes premios por este papel, en los que destacó su segundo Globo de Oro y una nominación al BAFTA, la actriz fue ignorada para los premios de la Academia.
Sobre si una nueva postulación era importante para ella, comentó: “Creo que la primera nominación fue la que me hizo tener el coraje para continuar en el camino del cine. Me introdujo en un mundo diferente, en el que conocí diferentes cineastas por el hecho de estar nominada, fue realmente importante para mí, lo sentí de ese modo. No estaría aquí de no ser por esa primera nominación”.
Acreedor a dos Oscar como Mejor Actor de Reparto, Christoph Waltz encarna a Walter Keane, y vuelve a interpretar a un villano con algunas pinceladas de humor negro. Actor fetiche de Quentin Tarantino, Waltz es enfático al afirmar que el modo de trabajo de Burton es totalmente diferente al de aquél.
“Ellos hacen películas, ahí es donde la comparación termina, el resto es totalmente diferente”.
Además, el actor se mostró reticente a revelar cómo fue la preparación para encarnar un personaje de la vida real, quien falleciera en el año 2000, la razón para el austriaco es sencilla: “No hablo acerca de mis personajes. Tengo una razón bastante específica, pienso en ella mucho, quiero que tú me digas, no tengo un manual de indicaciones que escriba para ti para que veas una película, tú ves la película como eres tú. Yo sólo trato de entretenerte y, si logro hacerte pensar, ese es un bono adicional, pero no es obligatorio. Aún así debes de tener un gran momento si escoges no pensar, pero a muchos les gusta pensar, necesitan algunas respuestas.

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