Gisele Bundchen participa en su último desfile

Sao Paulo.

La modelo mejor pagada del mundo, de acuerdo con una lista de Forbes, dice adiós.
Gisele Bundchen dijo adiós a las pasarelas contoneándose para mostrar sus atractivos en un desfile en Sao Paulo que dijo será el último de una carrera de 20 años que la ha convertido en una leyenda de la moda.
La beldad de 34 años de piernas largas, madre de dos hijos y esposa del quarterback de la NFL Tom Brady, dijo que quiere pasar más tiempo con su familia, aunque también ha prometido que seguirá trabajando en el mundo de la ropa.
La modelo mejor pagada del mundo, de acuerdo con una lista de la revista Forbes de 2014, es el rostro de Chanel, Carolina Herrera, Pantene y otras reconocidas marcas. También diseña su propia línea de sandalias y lencería.
Bundchen rivaliza con Pelé como la estrella brasileña más famosa a nivel internacional, y su ascenso meteórico de una familia de clase media en una pequeña localidad rural a una superestrella es material de leyenda de la moda.
En un mensaje publicado el miércoles en Instagram, Bundchen escribió: “Hoy después de 20 años en la industria es un privilegio hacer mi último desfile de modas y seguir trabajando en otras facetas del negocio”.
“Agradezco que a los 14 años recibí la oportunidad de comenzar este viaje”, agregó.
En una entrevista difundida en la televisora Globo, comparó su vida con una taza de agua llena hasta los bordes.
“Si tu taza está llena, ¿cómo le vas a poner más?”, afirmó en portugués. “Estoy vaciando mi taza para poderle poner más”.
Bundchen recorrió la pasarela por última vez durante la Semana de la Moda de Sao Paulo para Colcci, la marca brasileña de ropa urbana que ha representado desde 2005. Presentó tres creaciones: abrió el espectáculo con un vestido de encaje blanco y amplio en la parte inferior, así como botas negras hasta la rodilla, y lo cerró con un vestido de verano con falda de rayas color marfil y salmón.
Para la despedida final, varias modelos salieron a la pasarela vestidas con pantalones vaqueros y camisetas en las que estaba impresa la imagen de Bundchen, y ella se abrió paso a través del grupo, luciendo pantalones vaqueros y una camiseta sin mangas en las que aparecía en una posición de yoga. Haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas, sonrió ampliamente e hizo una señal optimista con los pulgares.

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