Va por otro oscar, los sueños de Iñárritu
El cineasta mexicano Alejandro G
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El diario de Sonora
el 26/02/2016 12:00 AM, Sección Espectáculos
Última edición 02/05/2024 07:16 PM.
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Los Ángeles, Ca.
El cineasta mexicano Alejandro G. Iñárritu se ha convertido en un punto de referencia no solamente por sus recientes éxitos en la meca del cine con películas como Birdman” o The Revenant: El Renacido”, sino también por un discurso político que lo ha convertido en una especie de portavoz de lo que sucede en el país que lo vio nacer, pero en el que ya no vive desde hace al menos cinco años.
Para él resulta imposible viajar a cualquier país y no responder a las preguntas que cuestionan la situación política, económica y la descomposición social que, afirma, sufre México.
La parte que causa mucha tensión es esa percepción que tiene el mundo de nuestro país, cuando todos sabemos que México está lleno de gente buena onda, sencilla, trabajadora y poca madre.
Pero esta visión de imposibilidad de sobrevivencia y de podredumbre, hecha por unos cuantos, sí genera una gran tensión y a mí se me cuestiona todo el tiempo eso”, señala El negro en entrevista.
El realizador, nacido en la Ciudad de México el 15 de agosto de 1963, es, por segundo año consecutivo, el gran favorito para triunfar en la gala número 88 del Oscar, que se realizará este domingo a las 19:00 horas en el Teatro Dolby de esta ciudad, aunque aseguró que él daría todo, incluyendo sus estatuillas doradas, a cambio de que la situación de país mejorara.
Si pudiera cambiar los premios porque mi país estuviera mejor, que hubiese justicia, que no hubiera corrupción e impunidad, lo haría, eso es invaluable, es lo que los millones de mexicanos soñamos”, expresó el realizador.
Si bien tomó con humor el chiste que circula en las redes y que lo coloca como el único negro” nominado al Oscar, Iñárritu recupera la seriedad para hablar de lo que, para él, es una visión reductiva no de la academia, sino de la sociedad americana que margina a todas las razas y culturas que cohabitan en el país de la barra y las estrellas.
Creo que es bastante entendible que haya esa molestia porque es una situación real. Pero no sólo de los actores de color que son ignorados y relegados, sino también los latinoamericanos, los asiáticoamericanos y los nativoamericanos, quienes están incluso menos representados que ellos (los negros).
El cineasta mexicano Alejandro G. Iñárritu se ha convertido en un punto de referencia no solamente por sus recientes éxitos en la meca del cine con películas como Birdman” o The Revenant: El Renacido”, sino también por un discurso político que lo ha convertido en una especie de portavoz de lo que sucede en el país que lo vio nacer, pero en el que ya no vive desde hace al menos cinco años.
Para él resulta imposible viajar a cualquier país y no responder a las preguntas que cuestionan la situación política, económica y la descomposición social que, afirma, sufre México.
La parte que causa mucha tensión es esa percepción que tiene el mundo de nuestro país, cuando todos sabemos que México está lleno de gente buena onda, sencilla, trabajadora y poca madre.
Pero esta visión de imposibilidad de sobrevivencia y de podredumbre, hecha por unos cuantos, sí genera una gran tensión y a mí se me cuestiona todo el tiempo eso”, señala El negro en entrevista.
El realizador, nacido en la Ciudad de México el 15 de agosto de 1963, es, por segundo año consecutivo, el gran favorito para triunfar en la gala número 88 del Oscar, que se realizará este domingo a las 19:00 horas en el Teatro Dolby de esta ciudad, aunque aseguró que él daría todo, incluyendo sus estatuillas doradas, a cambio de que la situación de país mejorara.
Si pudiera cambiar los premios porque mi país estuviera mejor, que hubiese justicia, que no hubiera corrupción e impunidad, lo haría, eso es invaluable, es lo que los millones de mexicanos soñamos”, expresó el realizador.
Si bien tomó con humor el chiste que circula en las redes y que lo coloca como el único negro” nominado al Oscar, Iñárritu recupera la seriedad para hablar de lo que, para él, es una visión reductiva no de la academia, sino de la sociedad americana que margina a todas las razas y culturas que cohabitan en el país de la barra y las estrellas.
Creo que es bastante entendible que haya esa molestia porque es una situación real. Pero no sólo de los actores de color que son ignorados y relegados, sino también los latinoamericanos, los asiáticoamericanos y los nativoamericanos, quienes están incluso menos representados que ellos (los negros).
