Lucía Aguirre Transforma y crea seres oníricos con el pincel
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El Diario de SonoraNogales.
A sus escasos 32 años, Lucía Aguirre ha participado en al menos 100 proyectos artísticos gracias a la fusión del maquillaje y la pintura, así como el poder de crear y recrearse ella misma en su obra.
El cuerpo, la piel, los muros, forman parte de los lienzos que transforma, y es en sus propias palabras que les presentamos parte de su trabajo.
Lucy, vas de la pintura a la transformación de muros y rostros con pinceles, háblame de ello
Es crear personajes a través de la transformación de la mente del director, o ya sea el medio con el cual me tenga que manifestar.
Te puedo contar que hubo una fusión entre el maquillaje y la pintura, empecé con la pintura como medio de expresión y luego con el diseño de imagen como profesión y luego cuando los fusioné salió eso: seres oníricos, fantásticos. Es una mezcla de los artes de maquillar y pintar, lo que me permitió entra a la piel, a ese campo, a los cuerpos, a los lienzos vivientes.
A la hora de pintar es igual, solo que al revés, exploro mucho las pieles por la facilidad que tengo para el maquillaje, con la experiencia que tengo tratando la piel, me la llevo igual al lienzo, y da igual si es piel de hombre o de mujer u objetos, estás maquillando todo el tiempo los cuadros.
Has trabajado tanto para teatro como para cortometrajes, cuéntame
Todo empezó hace poco más de 10 años, empezamos con una productora haciendo videoclips de grupos. Y luego vino el director de Ola Films, Daniel Guillén, me invita a participar en el corto de Moon, me pregunta si he hecho corto y le dijo que solo fashion y me cuenta de ese mundo y ahí nace mi curiosidad de explorar, de hacer personajes, caracterizarlos.
¿Te dan oportunidad de crear en estos proyectos, o ya te dicen qué hacer?
De las dos, en muchas ocasiones te llegan a decir ‘estos son los personajes, sácalos de mi mente’. Otras veces te dicen ‘ayúdame a hacerlos, no tengo la menor idea de cómo son’, y me dan la absoluta libertad de crearlos. Así es siempre, es mi rutina, porque cambia todo el tiempo, siempre es un cuadro, un mural, un maquillaje, una fiesta, mi rutina está en constante movimiento y mi mente también, siempre varía demasiado.
¿En cuántos proyectos has participado?
Ijole, por más que le pienso, qué difícil, qué serán, más de 100, han sido muchísimos, porque han sido presentaciones en forma, muy grandes, pero también han sido independientes, colaboraciones, ijole, estimo más de 100.
¿Cuánto tiempo te lleva maquillar?
Varía mucho, depende de la sencillez, si es algo más básico 20, 30 minutos, y es algo más elaborado, si es todo un cuerpo hasta tres horas y media, depende mucho del detalle.
Tomando el cuerpo como lienzo, ¿cuál es tu parte favorita de él?
El rostro, las manos, las piernas, la espalda, creo que todo, las que más expresan: manos dedos, cuellos, pechos.
¿Qué es lo más complicado de pintar?
Pues, ya sabrás, cuando son hombres las entrepiernas, los pies, los ojos de los hombres lloran muchos. En las mujeres es un tabú los pechos, hay muchas chicas que se los destapan, hay otras la obra está lista y el pudor les llega y tienes que taparlas.
Puede ser complicado, también los pies por el movimiento, al igual que las palmas de las manos.
¿Cómo definirías tu estilo?
Es una de las preguntas más difíciles que me puedo hacer, porque siento que varía mucho, siempre estoy en constante cambio, en movimiento. No sabría decir yo pinto esto, porque pinto muchas cosas. Estoy consciente de que mi estilo sí lleva una línea por la mano que lo hace posible, así sucede con todos, entonces podría talvez definirlo, o bien, ponerle nombre, es un poco surrealista, orgánico, un poco o mucho experimental, siento que experimental tal vez abarque muchas cosas o no deje mucho significado. No lo defino así, pero si tuviera que ponerle nombre o encasillarlo, sería así, como un poco sombrío, orgánico, porque a veces está hecho de lo que tengo a la mano.
¿Qué sientes cuando pintas o maquillas?
Cuando pinto siento que soy el ser que estaba en el cerebro de otra persona y me envuelvo en eso. Estoy pintando y me convierto en ese personaje, en esas formas del rostro. Cuando estoy maquillando y pintando es la misma sensación, pero es un ritual diferente. Cuando estoy maquillando un ser me espejeo, cómo me gustaría como se moviera, esos músculos que van ya delineados con otras formas para hacer otras caras, siento que estoy yo misma haciéndolo.
Ya cuando pinto es diferente, primero que nada preparo el lienzo, necesito hablar con él. Estás en tu máxima potencia.
¿Qué ves frente al espejo cuando te pintas a ti misma?
Cuando estoy frente al espejo y me maquillo veo todas las ‘lucys’ que existen, todas las probabilidades que tengo de ser todas las mujeres que tengo dentro. Veo muchas posibilidades, veo cosas infinitas.
Me recuerda mucho cuando era niña, teníamos un espejo, y eran de esos que eran de tres, tenía la maña de meter la cabeza y cerraba las dos hojas y hacía un trianguilito de puros espejos y veía muchas dimensiones de caras, muchas caras, y cuando me estoy maquillando así recuerdo mucho ese momento, y veo y las sigo viendo esas posibilidades, viven muchas dentro de mí y a veces salen todas y se vuelven locas. Es una sensación que experimento mucho.
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