Erik y Mía Rubín, inspiración mutua

Erik y Mía Rubín, inspiración mutua
...

Tu opinión es muy valiosa para mí y me ayuda a crear mejor contenido para ti.
Por favor, indícame qué fue lo que no te gustó.

¡Gracias por calificar mi nota! Nos ayuda mucho para crear más contenido como este.

CDMX

Hace 18 años, Erik Rubín se convirtió en papá de su primera hija, Mía. Dos años después, Nina llegó a su vida. En definitiva, la paternidad cambió su vida y hoy, en el Día de Padre, reflexiona acerca de esta etapa personal.

Ser padre me cambió la vida por completo, porque vino a complementarme, vino a darle sentido, también, a mi vida. Mi inspiración, mi motor, sin duda, y de las cosas más hermosas que me ha tocado vivir, es poder ser padre.

La mayor lección es que no hay un manual que te enseñe cómo ser padre. Es algo que se aprende con prueba y error, a base de experiencia. Y, sin duda, son mis más grandes maestras. Algo diario aprendo de mis hijas”, compartió Erik en entrevista con Excélsior.

En su faceta como padre, el cantante se definió como cariñoso, pero también exigente en algunos momentos. Esto lo corroboró su hija Mía, en una entrevista por separado.

Trato de compartirles mi experiencia, pero también dejo que ellas decidan, que tomen sus propias decisiones, para que esto les enseñe las consecuencias, tanto de hacer cosas positivas, como que aprendan de sus errores.

A las dos las amo por igual, pero conecto de diferente manera con cada una de ellas y en diferentes momentos. Eso lo hace muy lindo. Trato de tener mis tiempos por separado con cada una de ellas y tener dinámicas diferentes.

De alguna manera, me veo reflejado en mis hijas en muchos aspectos, veo lo que a su edad yo sentía, los problemas y los conflictos existenciales, pero no sólo me reflejo cuando yo tenía su edad, sino ahora mismo. Sin duda, muchas veces, es un reflejo de cómo soy yo en muchas cosas y eso me ayuda también a tratar de mejorar y ser una mejor persona”, dijo Erik.

Como papá, va de la mano compartir con sus hijas sus intereses en común, como la música, la actuación y el teatro, en los que han incursionado Mía y Nina. Pero más allá de lo artístico, lo que Erik quiere es seguir viajando con ellas.

El actor y productor de 52 años afirmó que el próximo proyecto con el que abrirá el telón, Vaselina, en el que también comparte créditos con la madre de sus hijas, la conductora Andrea Legarreta, tiene dedicatoria para ellas.

Ahora que nos vean, a los dos papás en un mismo proyecto, algo que nos llena de tanta emoción, que ellas que han estado tan cerca de nosotros saben lo importante que es y que es un sueño materializado, me da mucha ilusión compartirles que los sueños se cumplen. Todo lo que hago está dedicado a mi familia”, apuntó.

MIRADA DE HIJA
Mía Rubín recuerda su etapa infantil al lado de su padre, en la que se aventaban almohadas, corrían por toda la casa o cuando Erik les ponía las canciones de sus bandas favoritas a la hora del baño.

Mi papá siempre fue un hombre súper divertido, juguetón. Fue una influencia muy grande en mi vida, incluso desde el lugar de la música, pues empezó a influenciarme desde muy, muy chiquita”, dijo Mía a Excélsior.

La también cantante destacó que la mejor lección que le ha dado su padre, no sólo en su carrera, sino en su vida, es disfrutar los procesos y no sólo los objetivos.

Si no disfrutas todo lo que vas pasando, no tiene sentido, porque al final sólo estás esperando ese momento y únicamente cuando llegas vas a ser feliz. Tienes que aprender a ser feliz en el proceso. También, siempre estar preparado, porque si uno lo está, no tiene razones por las que sentirse más nervioso de lo que debería de estar”, expresó.

Para mí, tener un papá con una trayectoria tan conocida, es muy motivador e inspirador, porque también está en una carrera en la cual yo estoy iniciando. Obviamente es un ejemplo a seguir y es una persona a la cual admiro muchísimo, no nada más porque sea mi papá”, acotó.

Para Mía, portar el apellido Rubín es más un honor que una carga.

Siento que tiene un peso, pero no porque ellos nos lo pongan, sino también por lo que nos pone la sociedad o lo que nos ponemos nosotras mismas, porque realmente no tenemos ningún tipo de presión por ellos. No siento que sea un peso, siento que es más un honor, es como decir ‘tengo la vara alta, esto es bueno para superarme y ser mejor de lo que yo puedo ser’”, enfatizó Mía.

Comparte esta noticia