Chik Tormenta, la nueva campeona, no solo levantó el trofeo, sino que también levantó la voz contra la discriminación que ha enfrentado en su carrera.
Al recibir la copa de manos de Latin Lover, director de talento de la Triple A, Chik Tormenta protagonizó un acto simbólico de resistencia. Rechazó la entrega del trofeo hasta que Latin Lover lo dejó en el centro del ring, demostrando su determinación a romper con los estereotipos que la han perseguido.
En la entrevista posterior, Chik Tormenta se sinceró sobre las dificultades que ha vivido en el mundo de la lucha libre. "Latín Lover para empezar toda mi carrera luchística he batallado con gente como él que nos discrimina por ser gorditas y llenitas, pero eso no nos impide a lograr y cumplir nuestros sueños", reveló la campeona.
Su mensaje fue contundente: la lucha libre no debe tener límites ni estereotipos. Con su victoria, Chik Tormenta busca inspirar a otras mujeres a romper barreras y luchar por sus sueños sin importar las dificultades. "A las mujeres qué les puedo decir, que no se rindan, siempre va haber gente que nos va a poner el pie , pero nosotras debemos saber levantarnos y sentirnos orgullosas y seguir avanzando y este es un hecho, hoy a pesar de todo eso callé bocas y soy la campeona", declaró con orgullo.
Para Chik Tormenta, la Copa Antonio Peña representa un gran logro, un símbolo de la evolución de la lucha libre y la oportunidad de demostrar su talento sin importar el género, la talla o el estilo de lucha. "Si no fuera por él yo no estaría aquí y por eso yo levanto esta Copa con orgullo, con mucho orgullo y mucho honor ser la ganadora", sentenció la campeona.