Curry, en un relato que desgarra el velo de la industria musical, asegura que Diddy le devolvió los lucrativos derechos de publicación a varios artistas, pero no de forma altruista. A cambio, exigía la firma de un acuerdo de confidencialidad (NDA). "Diddy les devolvió los derechos de publicación a los artistas a cambio de un NDA para que no hablaran de él," afirmó Curry en el podcast. "Creo que vio algo venir y trató de cubrirse las espaldas rápidamente, pero no funcionó".
Las palabras de Curry, cargadas de frustración y amargura, pintan un panorama sombrío de la experiencia de los artistas bajo el sello de Diddy. Su carrera, a pesar de haber contribuido a éxitos masivos, se vio truncada por las prácticas del magnate. El dolor de Curry, que incluso plasmó en su libro "Dancing with the Devil" en 2009, se refleja en su crítica punzante: "Es como recuperar un Nissan Sentra de 2024 que no tiene valor ni en un desguace".
Curry dejó claro que no se amedrentará: "Diddy no puede impedir que hable... Teníamos un contrato que se suponía que ayudaría a mi carrera y eso no funcionó. No voy a seguir ningún contrato más".
Las palabras de Curry arrojan luz sobre las complejas relaciones de poder en la industria musical, donde la influencia de Diddy se proyecta como una sombra alargada. Las acusaciones contra él, desde el pasado hasta el presente, se multiplican, alimentando la controversia. ¿Qué esconde el magnate detrás de la cortina de oro? ¿Cómo se resolverán estas acusaciones que empañan su imagen? El tiempo y las nuevas revelaciones que surjan dirán la última palabra.