Desde los años 80, ha sido un defensor acérrimo del Partido Demócrata, sin dejar de criticar a los republicanos, tildándolos de amenaza para el "estilo de vida americano". Su reciente apoyo a Kamala Harris no sorprendió a nadie, pero sí generó un debate sobre la desconexión entre sus ideales y la realidad de sus propios vecinos.
En Monmouth County, Nueva Jersey, donde Springsteen nació y reside, el panorama político es distinto al que él pinta. En las elecciones de 2020, el condado votó por Trump, con una clara ventaja sobre Biden. De hecho, en su ciudad natal, Colts Neck, Trump ganó con un margen de casi 2 a 1. Esto, sin duda, genera un contraste con las opiniones políticas de Springsteen, quien parece no entender el sentir de sus vecinos.
No solo sus vecinos en Nueva Jersey muestran una inclinación por el partido republicano. Los trabajadores de las refinerías, las plantas automotrices y las fábricas de acero, sectores que Springsteen ha retratado en sus canciones, también están votando por Trump en masa. Esto se debe, en gran medida, a las políticas del partido republicano, que favorecen la industria petrolera y la manufactura, sectores que han sido afectados por las políticas demócratas que promueven energías renovables y la deslocalización de la producción.
Las voces de estos trabajadores, que se sienten representados por Trump, no se escuchan en las canciones de Springsteen. ¿Por qué no escribe sobre las dificultades que enfrentan los trabajadores de la industria pesada ante las políticas demócratas? ¿Por qué no se da cuenta de la división que existe entre los líderes sindicales, quienes tradicionalmente apoyan a los demócratas, y los trabajadores, que se sienten más cercanos al partido republicano?
La división en el seno del movimiento obrero es un fenómeno que se ha ido intensificando en los últimos años. Los trabajadores se sienten desilusionados con las políticas que, según ellos, solo benefician a las élites y no a la clase trabajadora. Springsteen parece ignorar este cambio de paradigma y se mantiene en una burbuja política donde sus ideales no reflejan la realidad de la mayoría de sus fans.