Este accesorio, que podría parecer un simple adorno, tiene una historia conmovedora que revela la estrecha relación entre el príncipe y su hija, la princesa Charlotte. La pulsera, un "friendship bracelet" o brazalete de la amistad, es una creación de la propia Charlotte.
La historia detrás de la pulsera es un testimonio del cariño familiar. William, hablando con la BBC, reveló que la princesa Charlotte se la regaló a su padre como recuerdo de un concierto de Taylor Swift al que ambos asistieron en Londres. "Es una reliquia, por así decirlo, de un concierto de Taylor Swift para el que mi hija decidió que quería crear una pulsera", comentó el príncipe.
"Me la dio cuando me fui. Así que le prometí que la usaría y que intentaría no perderla mientras estuviera aquí", dijo con una sonrisa.
La pulsera, hecha con cuentas de color azul claro y turquesa, tiene un detalle especial: en el centro se lee la palabra "PAPA". Un símbolo de la estrecha conexión que existe entre el príncipe y su hija.