Gadd, con un estilo de humor crudo y honesto, logró conectar con millones de espectadores. Sin embargo, la fama, como una moneda de dos caras, le trajo una inesperada consecuencia. La presión mediática y el interés desmedido del público no solo le tocaron a él, sino que también llegaron a su familia.
En una entrevista con la revista GQ, Gadd confesó que se sintió abrumado por la atención recibida. "No podía escapar de esto", comentó, describiendo cómo la serie se convirtió en un tema de conversación omnipresente. "Encendía la televisión, y allí estaba algo sobre eso. Encendía la radio, y estaban hablando de eso. Iba al Sainsbury’s — estaba en los periódicos".
Gadd, preocupado por el acoso que sus padres sufrieron a manos de periodistas, se vio obligado a tomar medidas. "Mandé a mis padres de vacaciones después de que los periodistas los acosaran en casa", reveló. "En ese momento estaba realmente molesto. Estaba realmente preocupado por ellos".
El éxito de "Bebé Reno" no solo se reflejó en las visualizaciones, sino también en los premios. En septiembre, la serie se llevó cuatro Emmys, incluyendo mejor actor para Gadd, quien, conmovido, decidió entregar los premios a sus padres en agradecimiento por su apoyo incondicional.
La serie, sin duda, dejó una huella imborrable en el panorama televisivo del 2024. El impacto del éxito de Gadd, no solo en su propia vida, sino también en la de su familia, nos recuerda que la fama, aunque parezca un premio, a veces trae consigo un costo.