Este género, que ha evolucionado a lo largo de décadas, ha sido testigo del talento de grandes músicos que han dejado una huella imborrable en la historia.
Hablar de jazz es hablar de nombres como Charlie Parker, Lester Young y Sarah Vaughan, leyendas que marcaron un antes y un después en la escena musical. Pero también es hablar de Roy Haynes, un baterista pionero que se atrevió a romper con las reglas y a llevar el ritmo a un nuevo nivel.
Haynes, quien falleció el martes a los 99 años, fue un maestro de la percusión que se caracterizó por su estilo único y su capacidad para conjugar la precisión con la improvisación. Su música, un torbellino de notas que se fusionaban con el swing y la energía, logró cautivar a generaciones de músicos y fanáticos.
Su hija, Leslie Haynes-Gilmore, confirmó la noticia del fallecimiento. Desde sus inicios, Haynes se destacó por su talento innato. Aunque no tuvo una formación formal en la batería, aprendió a dominar este instrumento observando y practicando incansablemente. Su pasión por la música lo llevó a dejar la escuela secundaria para dedicarse por completo a su vocación.
En su juventud, Haynes tuvo la oportunidad de aprender de algunos de los grandes del jazz, como Jo Jones, el baterista de Count Basie. Su talento lo llevó a Nueva York en 1945, un momento crucial para la evolución del género. El estilo conocido como bebop estaba comenzando a tomar forma, y Haynes fue uno de los pioneros que lo impulsó hacia adelante.
A lo largo de su carrera, Haynes colaboró con un sinfín de figuras icónicas del jazz, incluyendo a Louis Armstrong, Miles Davis, Thelonious Monk, John Coltrane y Ella Fitzgerald. Su versatilidad lo llevó a experimentar con distintos estilos, desde el bebop hasta el funk y el jazz vanguardista, dejando un legado musical que continúa inspirando a nuevas generaciones de músicos.
Haynes no solo fue un maestro de la batería, sino que también se caracterizó por su estilo único y su presencia en el escenario. Con su talento y su energía contagiosa, logró cautivar a públicos de todo el mundo, dejando una huella imborrable en la historia del jazz.