Crawford vs Canelo: duelo histórico por el trono del boxeo en Las Vegas

En el Allegiant Stadium, dos leyendas del boxeo se medirán en lo que promete ser un parteaguas para ambos: Terence "Bud" Crawford, el invicto campeón welter, y Saúl "Canelo" Álvarez, el monarca indiscutido de las 168 libras. Pero esta vez, no se trata solo de cinturones; es una batalla por el "lugar en el Olimpo".

Mientras Crawford, de 37 años, ajusta sus guantes para saltar dos categorías completas, las apuestas en BetMGM lo pintan como desfavorecido (+135), frente al -175 de Canelo. "No es solo subir de peso, es desafiar al rey en su castillo", comentó un analista anónimo cercano a ambos equipos. El estadounidense, sin embargo, parece alimentarse de la adversidad: 41-0 con 31 KO en su récord hablan por sí solos.

• El salto histórico: Crawford buscaría ser el primer boxeador en ser indiscutido en tres divisiones distintas (140, 147 y ahora 168 libras).
• La apuesta de Canelo: Álvarez defiende no solo sus títulos, sino su reinado como el rostro comercial del boxeo mundial. Una derrota ante un rival más pequeño sería catastrófica.
• El factor Nebraska: El entrenador de fútbol americano Matt Rhule usa a Crawford como ejemplo para sus jugadores: "Sé como Bud" es el lema de la semana.

El fantasma de la pelea contra Errol Spence Jr. en 2023 ronda el ambiente. Aquella noche, Crawford convirtió un duelo parejo en exhibición, noqueando a Spence en el noveno round. "Cuando Bud se concentra, no hay muro que no derribe", admitió un miembro de su esquina bajo condición de anonimato. Pero Canelo no es Spence: tiene más poder, experiencia en pesos mayores y el respaldo de una afición que viajó desde Guadalajara hasta Vegas.

Lo que pocos discuten es el timing de Crawford. "¿A quién más enfrentarías para cerrar con broche de oro?", lanzó retóricamente el de Omaha durante el cara a cara final. La respuesta, según los entendidos, está en el ring: nadie genera más dinero, más expectación o más riesgo que el mexicano. Para Crawford, este sábado podría ser la última bala en su revólver; para Canelo, una oportunidad de callar a quienes dudan de su dominio absoluto.

Entre los pasillos del hotel donde ambos se hospedan, circula un dato curioso: Crawford ha asistido a más funciones de NFL que a conferencias de prensa en los últimos meses. "Prefiero ver cómo otros atletas superan obstáculos", confesó al ser cuestionado sobre su rutina. Mientras, en el gimnasio de Canelo, los sparrings han incluido rivales con estilo similar al de Bud: zurdos, veloces, impredecibles. El mensaje es claro: no subestiman al retador.

Cuando el referee dé las instrucciones finales, dos décadas de trayectorias divergentes colisionarán en doce rounds o menos. Crawford, el hijo del Midwest que convirtió cada revés en combustible; Canelo, el ídolo de barrio que escaló hasta ser la cara de un deporte. Más allá del veredicto, el ring tendrá la última palabra.

---