Junto al pianista Malcolm Martineau, interpretaron la obra Italienisches Liederbuch de Hugo Wolf, una colección de canciones que explora la complejidad del amor a través de breves viñetas. A diferencia de otros intérpretes que reestructuran la obra, Morley y Montague Rendall optaron por presentar las canciones en su orden original, lo que permitió que la música fluyera de manera natural, creando una experiencia cohesiva y profunda.
La interpretación de Morley, con su soprano brillante, contrastó maravillosamente con el barítono suave de Montague Rendall. Mientras ella aportaba un aire de ironía y conocimiento, él ofrecía una perspectiva más idealista y soñadora. Esta dualidad emocional enriqueció la experiencia del Liederbuch, dotándolo de un sentido interno de drama.
Morley comenzó con una interpretación deslumbrante en Auch kleine Dinge, mostrando una mezcla de ternura y burla en Wie lange schon, y cerró con un despliegue de alegría en Ich hab’ in Penna einen Liebsten. Por su parte, Montague Rendall se destacó en Sterb’ ich so hüllt in Blumen, donde su control vocal fue impresionante, y en Benedeit die sel’ge Mutter, que transitó de la contemplación a una intensidad casi frenética, evocando la lucha personal de Wolf.
El piano, bajo la dirección de Martineau, también jugó un papel crucial, explorando cada matiz emocional con gran destreza. La velada culminó con un único encore, Bei Männern de Die Zauberflöte de Mozart, que se interpretó con una belleza y encanto inigualables, dejando al público con una sensación de satisfacción y asombro.