La primera película fue un bálsamo en la incertidumbre de noviembre de 2016, ya que celebraba la fuerza y el poder de las niñas jóvenes, así como la cultura polinesia con reverencia y especificidad. La protagonista, Moana, fue una heroína revolucionaria dentro del canon de Disney, ya que no era una princesa tradicional, sino una chica de acción, una exploradora fuerte, capaz, valiente, orientada a la familia y empática.
En la secuela, Moana ha crecido y se ha convertido en una "wayfinder" respetada en su comunidad en una pequeña isla del Pacífico. Sin embargo, siente el deseo de explorar aún más allá del océano, de ir más allá de donde ha estado antes, específicamente para conectarse con otras personas. Durante una ceremonia ritual, recibe una visión de una isla, Motufetu, que una vez conectó a todos los pueblos del océano, pero que ha sido maldecida por un dios llamado Nalo.
Moana reúne un equipo que incluye a su amiga y historiadora Moni, al constructor de barcos Loto y al agricultor Kele, para encontrar Motofetu. En el camino, deben rescatar al semidiós Maui, quien ha sido atrapado dentro de una gran almeja por Nalo, con solo la compañía de una misteriosa y nefasta mujer murciélago, Matangi. El equipo debe colaborar para romper la maldición de Nalo, alcanzar su objetivo y reunir a la comunidad de la visión de Moana.
La película cuenta con un equipo creativo nuevo, que incluye a los directores David G. Derrick Jr., Jason Hand y Dana Ledoux Miller, y a los guionistas Miller y Jared Bush. Sin embargo, la mayor diferencia creativa que notarán las audiencias es la música. Los compositores Barlow & Bear han escrito todas las canciones para la secuela, colaborando con los compositores Mark Mancina y Opetaia Foa'i. Aunque las canciones son buenas, no son tan adictivas como las de Lin-Manuel Miranda, y no se quedan en la mente como "You're Welcome" o "How Far I'll Go".
A pesar de esto, "Moana 2" es una secuela digna, con una animación hermosa, una representación pensativa de la cultura polinesia y otra aventura emocionante para nuestra inspiradora Moana. Aunque no supera la primera película, es un seguimiento sólido y satisfactorio.