La causa de este conflicto fue un hombre: Fernando Frade, un empresario con quien Silvia mantuvo una relación amorosa en los años 70. Sin embargo, la relación con Frade terminó cuando la actriz descubrió sus problemas con el alcohol. Aunque la separación fue amigable en un principio, las tensiones aumentaron cuando comenzaron los rumores de que Frade estaba iniciando un romance con Sylvia Pasquel.
En su libro autobiográfico, Esta soy yo: Silvia Pinal, la actriz relató cómo se sintió traicionada por su hija y cómo este hecho fracturó su relación por muchos años. Silvia confesó que el dolor fue inmenso, pero que lo que más la indignó fue que la traición viniera de alguien tan cercano. "Nos odiamos a muerte y le dejé de hablar durante muchos, muchos años", escribió la actriz.
Por su parte, Sylvia Pasquel defendió su relación con Fernando Frade en diversas entrevistas, asegurando que su romance con él comenzó antes de que él se relacionara con su madre. La actriz afirmó que no cometió ninguna falta de respeto, ya que ella y Frade se conocieron mucho antes de que Silvia iniciara su relación con él.
El tiempo y los dolorosos eventos de la vida hicieron que madre e hija se distanciaran por años, pero un hecho trágico terminó por unirlas de nuevo. En 1985, Sylvia Pasquel y Fernando Frade se casaron y tuvieron una hija a quien llamaron Viridiana, en honor a la hermana fallecida de Sylvia. Sin embargo, la tragedia golpeó nuevamente a la familia cuando la pequeña Viridiana falleció a los dos años en un accidente.
Este doloroso suceso abrió la puerta para que madre e hija pudieran sanar sus heridas y reconstruir su relación. Desde entonces, Silvia Pinal y Sylvia Pasquel lograron superar su distanciamiento y retomaron una relación cercana. Hoy en día, madre e hija están más unidas que nunca, con Sylvia Pasquel acompañando a su madre en diversas presentaciones y entrevistas.