Según documentos filtrados, la madre de Maryfer Centeno, María del Carmen Muñoz Barroso, figura en la lista de proveedores de servicios de la Fiscalía de la Ciudad de México. Esto ha generado especulaciones sobre posibles conflictos de interés o tráfico de influencias en el proceso judicial iniciado por su hija en contra de Jorge Octavio Arroyo Martínez, quien enfrenta una denuncia por violencia de género.
La rapidez con la que se judicializó el caso ha alimentado las controversias. Sin embargo, Maryfer Centeno ha defendido en diversas ocasiones la legitimidad de su trabajo y el de su madre. A través de sus redes sociales, ha afirmado que la grafología es una disciplina aceptada dentro del sistema judicial mexicano, ya que se incluye en el Boletín Judicial y es utilizada como evidencia auxiliar en procedimientos legales.
La grafología y la grafoscopía, según Centeno, son herramientas válidas para ayudar a jueces y autoridades a encontrar la "verdad jurídica" en los casos que se les presenten. "La grafología es una disciplina que ha sido reconocida en el ámbito judicial y ha demostrado ser útil en la búsqueda de justicia", ha explicado Centeno.
En cuanto a la formación de los grafólogos en México, Maryfer Centeno ha explicado que, aunque la grafología no es una licenciatura, quienes completan el curso y adquieren las competencias necesarias pueden registrarse ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través del programa SEP CONOCER, o bien, inscribirse en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) como agentes de capacitación externos.
Este debate sobre la grafología y el papel de María del Carmen Muñoz en la fiscalía se ha intensificado en las últimas semanas, lo que ha puesto a Maryfer Centeno en el centro de una polémica sobre la validez de su trabajo y las implicaciones familiares en su carrera profesional.