Matilda Djerf, una influencer sueca de 27 años, con 3 millones de seguidores en Instagram y 1.5 millones en TikTok, no comenzó su camino al éxito con un plan estratégico. Todo empezó en 2019, junto a su novio Rasmus Johansson, sin más que una idea y la voluntad de llevarla a cabo. La pareja, sin un plan de negocios formal, lanzaron Djerf Avenue, una marca de moda que hoy en día genera millones de dólares en ingresos anuales.
La experiencia de Matilda en una pescadería durante su juventud resultó ser crucial. “Ellos siempre querían hacer todo de una manera tradicional. Cuando se me ocurrían nuevas ideas, siempre era: ‘No, esto es lo que solemos hacer.’ Así que me di cuenta de que esto no era para mí,” recuerda Matilda. Esta frustración por la falta de innovación la impulsó a buscar su propia dirección.
Su creciente influencia en redes sociales, especialmente en TikTok, donde sus tutoriales de cabello acumulan miles de millones de visualizaciones ("Matilda Djerf hair" genera más de 20 billones de videos), la catapultó al reconocimiento. Publicaciones como The Cut y Elle Magazine la han nombrado como figura clave en las tendencias actuales, destacando su estilo Scandi-core.
Inicialmente, la meta de Matilda y Rasmus era generar ingresos suficientes para viajar. “Si en cinco años alcanzábamos cierto nivel, sería algo secundario. Podríamos vivir y viajar, sería divertido,” comentó Matilda. Sin embargo, Djerf Avenue superó rápidamente sus expectativas. Mientras que en 2021 facturaron 8 millones de dólares, se espera que en 2022 alcancen los 22 millones.
El éxito de Djerf Avenue no solo radica en la creatividad de Matilda sino también en su ética de trabajo. Dirige un equipo de 20 empleados en Suecia y 6 en Nueva York, y dedica hasta 14 horas diarias a su empresa. “Nadie te dice cuánto tiempo se tarda en hablar con todos en la oficina o en ser un buen jefe. Manejar a la gente consume mucho tiempo,” admite. Su compromiso con la diversidad y la representación auténtica en sus campañas publicitarias, utilizando modelos reales y sin retoques, la distingue en un sector a menudo criticado por sus estándares poco realistas.
La historia de Matilda Djerf demuestra que el éxito empresarial no se limita a un plan de negocios meticulosamente elaborado. La pasión, la visión y la perseverancia, aunadas a una presencia estratégica en redes sociales, pueden forjar un camino único hacia el éxito.