El nombre detrás de este evento, sin embargo, sí resonaba en la memoria colectiva: Amanda Bynes. La ex estrella de Nickelodeon, alejada de los reflectores durante una década, reapareció con un cambio radical y una nueva faceta que pocos esperaban. A sus 38 años, Bynes no solo copresentó la muestra junto al diseñador Austin Babbitt, sino que exhibió sus propias creaciones artísticas y de moda.
“Estrellas”, “Gris”, “Noche”, “Sueños lavanda”, eran algunos de los títulos que acompañaban sus piezas, un reflejo, quizás, de una búsqueda introspectiva y creativa. La colección no se limitó a la pintura; Bynes también presentó una línea de ropa, consolidando así su graduación del Fashion Institute of Design & Merchandising en 2019.
Su look, tan llamativo como sus obras, fue parte fundamental de la presentación. Un cardigán negro corto con broches de mariposa, pantalones y botas negras, junto a un cabello rubio recogido con elegancia, contrastaba con la imagen que muchos recordaban. Incluso la presencia de Noah Cyrus en el evento añadió un toque de glamour innegable.
La interacción con sus fans fue cálida y cercana. Firmas de autógrafos, fotografías y conversaciones animadas fueron captadas por los asistentes y rápidamente compartidas en redes sociales. Este acercamiento, contrasta con la distancia que la actriz había mantenido en los últimos años, marcando un nuevo capítulo en su vida pública.
El evento no solo significó una reaparición, sino la revelación de una Amanda Bynes transformada, dedicada al arte y a la moda, dejando atrás una etapa y proyectándose hacia un futuro donde la creatividad brilla con luz propia. Sus meses recientes muestran una mayor apertura personal, aunque lejos del frenesí mediático que la caracterizó en el pasado.
Su trayectoria en Nickelodeon, iniciada a los siete años con comerciales y musicales, la llevó a la fama con “All That” y su propio programa, “The Amanda Show”. Películas como “She's the Man”, “Hairspray” y “Easy A” consolidaron su carrera antes de su retiro de la actuación.