Hablando de momentos íntimos, Gabourey Sidibe, la talentosa actriz nominada al Oscar por su papel en "Precious", nos ha dejado a todos con la boca abierta. Resulta que la vida de la actriz ha estado llena de actividad desde el inicio de la pandemia, pero no de la forma que muchos pensarían. No solo se comprometió, sino que, además, se casó en secreto hace más de un año.
La noticia salió a la luz durante una entrevista en el programa "Live with Kelly and Ryan", donde Sidibe reveló detalles de la propuesta de matrimonio de su ahora esposo, Brandon Frankel, a finales de 2020, y su boda secreta en marzo de 2021. “Lo que pasa con las bodas es que no me gustan. No me gustan”, explicó la actriz a los conductores. “Aquí hay un ejemplo de cuánto no me gustan: estoy casada. Nos casamos hace más de un año”.
La revelación dejó a Ryan Seacrest "confundido", mientras que Kelly Rippa preguntó si esto era realmente una "noticia de última hora". Frankel, un ejecutivo de negocios del entretenimiento, estaba presente en la audiencia, confirmando la noticia al levantar su mano para mostrar un anillo en su dedo. Sidibe contó que se casaron "en la mesa de la cocina", y la ceremonia fue tan pequeña que fueron "solo nosotros". Sin embargo, admitió que eventualmente tendrán una boda para complacer a su suegra. Su aversión a las bodas tradicionales proviene del hecho de que su propia madre era cantante de bodas, lo que significa que ella misma ha estado "en muchas bodas, sin invitación".
El lunes, Frankel publicó una serie de fotos de la pareja mostrando sus anillos en su Instagram, escribiendo: “¡SORPRESA! ¡Finalmente puedo llamarla mi ESPOSA públicamente!”. Agregó que después de que Sidibe "revelara el secreto" en "Live", se siente "aliviado de poder finalmente contárselo al mundo". “Estoy muy agradecido de haber encontrado a mi persona para siempre, mi cómplice y el amor de mi vida. Cada día es el mejor día contigo”, escribió Frankel. “No hay nadie con quien prefiera criar gatos y estar en la cama a las 8 pm. Te amo para siempre”.
Detalles como estos nos recuerdan que detrás de las luces del escenario hay vidas reales, con momentos especiales y decisiones personales que, a veces, permanecen en la intimidad, hasta que el momento adecuado las trae a la luz.