Boda de Julián Gil: ¿Mensaje oculto de Marjorie de Sousa arruina la luna de miel?

Un sinfín de reuniones familiares, cenas de amigos y brindis por el año que termina y el que empieza se sucedieron a lo largo de todo el país.
En medio de este torbellino de festejos, una boda en particular captó la atención mediática: la unión de Julián Gil y Valeria Marín el pasado 29 de diciembre. La ceremonia, celebrada en una íntima y encantadora casa de campo en las montañas de Cidra, Puerto Rico, contó con la presencia de familiares y amigos cercanos. El actor lució un impecable traje de “The House of Suits”, mientras que Valeria deslumbró con un diseño del reconocido mexicano Benito Santos. Mariachis y música en vivo ambientaron una celebración que prometía ser inolvidable.
Sin embargo, la armonía de la velada se vio interrumpida horas después por una publicación en redes sociales. Marjorie de Sousa, expareja de Gil y madre de su hijo Matías, compartió una imagen junto a una piscina, con el mensaje: “Nos vamos a despedirte 2024 por todo lo alto y a recibirte 2025. Ya me estás gustando.”
Esta publicación, aparentemente simple, desató una ola de especulaciones. Considerando la compleja historia entre De Sousa y Gil, marcada por una prolongada batalla legal por la custodia de Matías, y las críticas públicas previas de Marín hacia De Sousa, relacionadas con la limitada interacción de Gil con su hijo, la interpretación de la publicación de De Sousa como una indirecta a la pareja recién casada cobró fuerza. La reacción en redes sociales fue inmediata y variada: desde quienes lo interpretan como un mensaje velado hasta quienes lo consideran una mera coincidencia.
El debate generado ha sido intenso, dividiendo a la opinión pública. Mientras tanto, la pareja disfruta de su luna de miel, inmersa en la felicidad de su nueva vida en común, dejando que las especulaciones sigan su curso. El futuro de la pareja, y las posibles consecuencias de este nuevo capítulo en la ya compleja historia familiar, permanecen en el foco de la atención.
Los detalles de la celebración, como la elección del diseñador mexicano Benito Santos para el vestido de la novia, o la música de mariachis, pintan un cuadro de una boda tradicional con toques sofisticados. La ubicación, en una casa de campo en las montañas de Puerto Rico, también refleja una búsqueda de intimidad y tranquilidad en un momento tan especial.