En este santuario equino, conocido por ser el hogar de varios burros queridos por los vecinos, vivió durante más de dos décadas un ejemplar que trascendió las fronteras del BPD. Hablamos de Perry, un burro que, aunque quizás desconocido para muchos, jugó un papel crucial en la creación de un personaje icónico del cine animado.
En 1999, Perry fue elegido como modelo para el inolvidable Burro de la saga Shrek, dando vida a la entrañable criatura interpretada por Eddie Murphy en la película estrenada en 2001 por DreamWorks. Sin embargo, la historia detrás de esta colaboración no estuvo exenta de polémica.
"Pacific Data Images, la empresa responsable de los modelos de la película, solo donó 75 dólares al santuario," señala Mike Holland, uno de los voluntarios que cuidaba a Perry y que lamentó profundamente su muerte en redes sociales. Esta escasa compensación ha generado controversia en torno a la explotación del trabajo de Perry.
A pesar de la falta de reconocimiento oficial en los créditos de Shrek, Perry se convirtió en una verdadera celebridad dentro del BPD. Participó en numerosos eventos, como desfiles de Halloween, y fue una figura inolvidable para los visitantes del santuario. Sus últimos años los pasó junto a otros burros, April y Buddy, compartiendo una vida tranquila, hasta su fallecimiento a la edad de 30 años.
El Barron Park Donkey Project, en un comunicado publicado en sus redes sociales, expresó su profundo pesar: “Se nos rompe el corazón al comunicar que nuestro querido burro de Barron Park, Perry, falleció ayer. Era un miembro muy querido de nuestra comunidad y sabemos que su muerte conmoverá a muchas personas. Pronto anunciaremos su funeral.” La pérdida de Perry marca el final de una era para el santuario y para todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo.
Más allá del impacto cinematográfico, la historia de Perry nos recuerda la importancia de reconocer el trabajo, por pequeño que parezca, de todos aquellos que contribuyen a la creación de momentos mágicos, aunque sea a través de la inspiración que llega de una vida humilde y llena de cariño, como la de Perry en su paraíso de Palo Alto.