El próximo mes llegará a la ciudad un líder con una trayectoria impresionante en el mundo de la música clásica. Se trata de Gary Ginstling, de 58 años, una figura reconocida por su paso por orquestas de renombre internacional. Su experiencia incluye puestos de alta dirección en la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington, la Sinfónica de Indianápolis y la Orquesta de Cleveland.
Su nombramiento como nuevo director ejecutivo de la Houston Symphony, anunciada el pasado viernes, ha generado gran expectativa. La orquesta, fundada en 1913, se encuentra en un momento crucial de su historia. Luego de una renovación multimillonaria de su sede, el Jones Hall (una inversión cercana a los $60 millones), se busca impulsar su proyección artística y fortalecer sus estrategias de recaudación de fondos.
“La palabra clave es potencial — potencial para ser un líder cultural en Houston, para ser una orquesta de clase mundial y para entrar en una nueva era con este increíble grupo de personas,” comentó Ginstling, quien se mostró atraído por el dinamismo de la ciudad. “Realmente se siente que todo es posible.”
Cabe destacar que Ginstling ya ha estado al frente de una orquesta de la magnitud de la Filarmónica de Nueva York. Sin embargo, su paso por esta institución fue breve, finalizando con una renuncia inesperada el año pasado. Su experiencia previa, combinada con su visión para el futuro, lo convierten en una figura clave para el crecimiento y consolidación de la Houston Symphony en la escena internacional.
El nombramiento marca un nuevo comienzo para la orquesta, prometiendo una revitalización que se espera resuene en cada nota musical interpretada en el majestuoso Jones Hall. Las expectativas son altas, y la ciudad de Houston se prepara para vibrar al ritmo de esta nueva era.