Su ascenso ha sido meteórico, pasando por exitosas temporadas en Edimburgo y el Soho.
Detrás de este éxito se encuentra One Man Musical, un espectáculo del dúo cómico Flo & Joan (las hermanas Rosie y Nicola Dempsey), que ha logrado algo sorprendente: una sátira musical sobre la vida del "rey de los musicales," Andrew Lloyd Webber.
La obra, protagonizada por el actor y comediante George Fouracres (recientemente visto como Hamlet en el Globe), inicialmente se presenta como una parodia de la carrera del compositor. Sin embargo, evoluciona hacia un retrato más complejo; una mezcla de caricatura y análisis psicológico de un artista fuera de su tiempo, luchando contra la brecha generacional.
Según Rosie Dempsey: “El problema que Andrew enfrenta en el show es un problema que asusta a todos los artistas. Lo escribimos pensando: ‘Esto podría pasarnos a nosotras’”.
La obra explora la ambición de Lloyd Webber por un nuevo regreso triunfal, y su frustración ante la creciente relevancia de figuras como Lin-Manuel Miranda (cuyo nombre, irónicamente, se le escapa constantemente en la representación).
Para Flo & Joan, el proceso creativo fue agridulce. Rosie comenta: “Su época fue cuando la maquinaria de los musicales funcionaba a mil por hora, y nadie competía con un teléfono. Tenía todo el espacio y el dinero que necesitaba para que sus espectáculos triunfaran. Eso ya no sucede.”
La idea surgió de una pregunta sencilla: “¿Sobre quién podríamos escribir un buen musical?” La respuesta, tan ingeniosa como arriesgada, fue el mismo Lloyd Webber. La experiencia personal de las hermanas con la obra del compositor influyó enormemente. Crecieron escuchando sus musicales; "Nuestra abuela solía poner el álbum de El Fantasma de la Ópera," recuerda Rosie. "Ambas participamos en José el soñador en la escuela," añade Nicola.
Pero su fascinación se combinó con una mirada crítica: “Nuestra opinión sobre él cambiaba constantemente. Todo lo que leímos, volviendo a escuchar su música, lo que pensábamos de él estaba, y está, en constante cambio.” Esta complejidad, esta mezcla de admiración y cuestionamiento, es lo que le da a One Man Musical su peculiar encanto.
La actuación de Fouracres es fundamental; su interpretación de Lloyd Webber es una mezcla de caricatura exagerada y una tierna defensa de la figura del “inadaptado social”. Rosie lo describe como: “George tiene un cerebro inusual. Una de las canciones, ‘Chico Inusual’, trata sobre un niño interesado en cosas extrañas. Y te das cuenta de que George era ese niño. Ahí es donde surge mucha empatía.”
La reacción de los fans de Lloyd Webber ha sido positiva, sorprendiendo incluso a las creadoras del musical. Queda por ver si la “empatía” de la obra será suficiente para evitar problemas legales. Por el momento, la respuesta de Lord Lloyd Webber, como señala Rosie, se mantiene en el ámbito de la especulación.