Pero antes de adentrarnos en el torbellino mediático, reflexionemos sobre el impacto de las redes sociales en la vida pública de las celebridades.
El rapero de 47 años, Kanye West, recientemente casado con Bianca Censori de 30, ha vuelto a acaparar titulares tras la publicación de un video en Instagram. El material, que data del 2008, muestra a Pamela Anderson, de 57 años, en una escena explícita en la mansión Playboy, durante la celebración del cumpleaños de Hugh Hefner. El video fue compartido con una pista de audio aparentemente inédita de West, titulada "Hide Your B*h", lo cual ha incrementado la especulación sobre su matrimonio.
Este hecho se suma a una serie de eventos que han generado incertidumbre sobre la estabilidad de su relación con Censori. Su constante viaje por países como Japón, China y las Maldivas, lejos de sus hijos, ha sido un punto de conflicto con su ex esposa, Kim Kardashian, quien lo ha acusado de ser un padre ausente.
"Kanye está aterrorizado," reveló una fuente a DailyMail.com, explicando que su prolongada ausencia de Estados Unidos no se debe solo a sus problemas familiares, sino también a temores legales. La fuente agrega que la situación legal de Sean "Diddy" Combs, su antiguo amigo, quien enfrenta graves acusaciones, ha contribuido a su inquietud.
La situación se complica aún más por una demanda por despido injustificado y acoso sexual presentada por su ex asistente, Lauren Pisciotta. En una actualización de octubre, Pisciotta agregó acusaciones de agresión sexual en una fiesta en un estudio de grabación de Santa Mónica, donde supuestamente también estaba presente Combs. Pisciotta alega que se le obligó a beber y que después se sintió en un estado alterado, alegando que solo años después West le insinuó haber tenido relaciones sexuales esa noche. La demanda también incluye acusaciones sobre la organización de orgías y la compra de productos para mejorar el sexo.
La abogada de Pisciotta, Mark Koorenny, acusó a West de evadir la entrega de una citación, obstruyendo el proceso legal. Los abogados de West niegan todas las acusaciones.
Mientras tanto, West fue visto en Tokio con tres de sus hijos, dejando abierta la interrogante sobre su futuro cercano y las implicaciones de sus acciones en su vida personal y profesional. El reencuentro con sus hijos, después de 118 días separados, no parece haber resuelto del todo la compleja situación.