Octavio Arroyo, más conocido como Mr. Doctor, ha generado un debate acalorado tras sus recientes declaraciones sobre la grafóloga Maryfer Centeno. El conflicto se originó a raíz de una serie de videos donde Arroyo cuestionó la validez científica de la grafología, empleando un lenguaje considerado por muchos como ofensivo. Palabra como "vieja ridícula" desataron la polémica, extendiéndose más allá de las redes sociales.
La controversia incluso llegó a oídos de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien, durante su habitual “Mañanera”, hizo un llamado al respeto en el debate público. Este llamado a la moderación ha intensificado aún más la presión sobre Mr. Doctor.
En una entrevista exclusiva con Infobae México, Arroyo abordó la situación. Al ser cuestionado sobre los calificativos utilizados, respondió con una cautela inusual: “La pregunta que más me llamó la atención es ¿volverías a utilizar los calificativos que habías utilizado previamente? Y la respuesta es ‘no lo sé’…”.
Arroyo explicó que sus fuertes declaraciones no están motivadas por el género o la edad de sus críticos, sino por una profunda frustración ante lo que él considera prácticas fraudulentas. “Estos calificativos no vienen motivados por un género o por la edad, más bien vienen desde esta frustración de ver que hayan personas que engañan y personas que lucran con la ignorancia y la salud de las demás personas”, afirmó. Cita como ejemplo casos de personas engañadas por falsos curanderos que prometen curas milagrosas para enfermedades graves, generando un daño económico y una pérdida de tiempo crucial en el acceso a tratamientos médicos adecuados.
A pesar de la intensidad del debate, Mr. Doctor reconoció la posibilidad de haber herido susceptibilidades y añadió: “Si mis palabras... pueden herir susceptibilidades entonces pido una disculpa”. Sin embargo, matizó que su objetivo principal sigue siendo denunciar lo que considera engaños y pseudociencias, basándose en evidencia científica.
El caso plantea una reflexión sobre los límites del debate público en el entorno digital y la responsabilidad de los creadores de contenido al expresar sus opiniones, especialmente en temas sensibles que pueden afectar la salud y el bienestar de los demás.