El foco está puesto en un departamento, propiedad en disputa entre Tere Anaya, heredera del reconocido productor Ernesto Alonso, y el actor Eduardo Yáñez. Yáñez argumenta una compraventa, aunque sin contrato formal que respalde su versión. Anaya, por su parte, ha iniciado acciones legales para reclamar la vivienda, basándose en que “Todo lo que esté a nombre del señor Ernesto Alonso pertenece a la masa hereditaria”, como declaró en una reciente entrevista para Ventaneando.
Una audiencia reciente reunió a ambos protagonistas. Según la defensa de Anaya, la resolución del litigio se espera para mediados de este año. Pero lo que verdaderamente llama la atención es la atmósfera que rodeó el encuentro. Contra todo pronóstico, no hubo un enfrentamiento. Al ser cuestionada sobre su relación con Yáñez, Anaya declaró: “Por supuesto, yo a Eduardo lo estimo, lo quiero. Hubo un tiempo que fuimos como hermanos. Una pena que estemos en esto, pero pues, bueno, hay que seguirlo porque así lo indica la ley”. Incluso, añadió que el saludo entre ambos fue “muy afectuoso”.
Yáñez, por su lado, se mostró más parco a la hora de ofrecer detalles. Sus declaraciones fueron escasas y evasivas: “Es que no quiero hablar de ese asunto porque ya ha pasado mucho tiempo y lo que tenga que decir es exactamente lo mismo que ya dije. Estamos peleando el departamento, es un departamento”. Ante la insistencia sobre la estrategia legal, simplemente contestó: “No, pues no te puedo informar de eso, ¿no? Sigue el caso, sí”.
El misterio sobre el desenlace permanece. Se espera una resolución judicial en junio o julio, momento en el que se definirá a quién pertenece la posesión del inmueble en cuestión. Un final, por ahora, incierto, que mantiene la intriga en el aire y demuestra que, en ocasiones, la realidad supera a la ficción.