La campaña, dirigida por la legendaria dupla Mert y Marcus, presenta una serie de escenas que han generado todo tipo de comentarios en redes sociales. El video, inicialmente corto, mostraba a Beckham descendiendo de un Aston Martin DB5, con un elegante traje negro, para después despojarse de él en un montaje estilo James Bond.
Sin embargo, una versión extendida del comercial, compartida por el propio Beckham en Instagram, revela un giro inesperado. Después de la impactante secuencia inicial, el anuncio continúa mostrando a Beckham en su apartamento: jugando billar, haciendo ejercicios y… ¡disfrutando de un tazón de cereal para cenar!
"Incluso Davey B tiene una 'cena de chica' a veces," escribió un fan en los comentarios, haciendo referencia a la tendencia viral de las "girl dinners". Otros usuarios destacaron la incongruencia: "¿Qué cereal estaba comiendo?"; "Pierde los primeros 27 segundos, pero ¿por qué el billar y el tazón de proteína?"; "Esto es hilarante. El departamento de marketing pensó: 'Ok, hay lluvia y te quitas los pantalones para una rápida sesión de billar y algo de cereal'. Otros ejecutivos: '¡Genial!'"
La versión extendida incluye también escenas más explícitas, incluyendo una ducha con poca ropa, primeros planos sugerentes, y la reacción de un grupo de personas en un edificio cercano que observan con fascinación el físico de Beckham. El anuncio culmina con David, en ropa interior BOSS, mostrando una imagen relajada y atlética.
Más allá del impacto visual, el anuncio también marca un hito para la marca BOSS, según palabras de su CEO, Daniel Grieder: "El lanzamiento de la colección BOSS ONE Bodywear marca otro hito y un nuevo capítulo en nuestra asociación estratégica a largo plazo con David Beckham. También es un testimonio de nuestra dedicación conjunta al estilo y la excelencia. La ropa interior es un grupo de productos icónico, y con esta campaña, pretendemos inspirar a los clientes y fanáticos de la marca en todo el mundo más que nunca".
El detalle del cereal, sin embargo, se ha robado el show, transformando una campaña publicitaria en un tema viral, y demostrando una vez más el poder de un elemento inesperado para generar conversación.