Junto a ellos, un firme aliado: el reconocido médico y creador de contenido, Octavio Arroyo Martínez, conocido como Mr. Doctor. El objetivo es claro: presionar a las autoridades para que aceleren el proceso legal contra Cote, acusada no solo de ejercer ilegalmente como psiquiatra, sino también de engañar y perjudicar a sus víctimas con diagnósticos erróneos y tratamientos peligrosos.
"¡Marilyn Cote, te queremos en el bote!", claman los manifestantes, cargados de indignación y frustración. Sus voces denuncian los años de daño causado por una falsa psiquiatra que nunca mostró interés genuino en su bienestar. Una de ellas, anónima por respeto a su privacidad, relató cómo Cote le diagnosticó erróneamente esquizofrenia y le recetó medicamentos potentes que le provocaron graves efectos secundarios y aislamiento social. Otro testimonio reveló que Cote manipuló a una paciente vulnerable, convenciéndola de que necesitaba medicamentos costosos que resultaron ser innecesarios.
"Exigimos justicia", se escucha en cada rincón de la Casa de Justicia. Las víctimas piden agilizar las audiencias, cansadas de los retrasos que han prolongado su sufrimiento. El mensaje es claro: Cote debe enfrentar las consecuencias de sus actos, y las autoridades deben actuar con celeridad para evitar que más personas caigan en sus manos.
El escándalo que rodea el caso de Marilyn Cote no se limita a las acusaciones de malversación médica. Recientemente, han surgido reportes de sus difíciles condiciones de detención, lo que ha generado preocupaciones sobre su salud mental. Además, su supuesto sobrino ha denunciado que Cote pudo haber sido manipulada por un psiquiatra que la convenció de que podía ejercer sin la formación adecuada. Estas nuevas acusaciones añaden una capa de complejidad al caso, sugiriendo que la responsabilidad podría ir más allá de una sola persona. La lucha de las víctimas continúa, respaldada por Mr. Doctor y el clamor popular, exigiendo justicia rápida y una mayor vigilancia para evitar que este tipo de hechos vuelvan a suceder.