Miles de asistentes, un mar de luces y la anticipación por una noche inolvidable se respiraban en el aire.
La figura imponente de Natalia Jiménez apareció en escena, acompañada por una orquesta que evocaba la grandeza del Festival OTI, un recuerdo para muchos de los asistentes que crecieron con sus melodías. El repertorio, una exquisita selección que trascendía generaciones, comenzó con un emotivo homenaje a la época dorada de la música hispana.
“El triste”, “Vivir así es morir de amor”, “Como una ola” y “Si no te hubieras ido” resonaron en el recinto, interpretadas con la potencia y sensibilidad que caracterizan a la cantante española. Jiménez, con una sincera conexión con el público, compartió anécdotas personales:
“Hay mucha gente que viene por primera vez y eso me emociona bastante. Estas canciones yo las escuchaba desde pequeñita en la radio con mis papás y he decidido cantarlas en esta gira porque son temas que me encantan y que nunca he grabado y quiero compartirlas con todos ustedes.”La velada continuó con un recorrido por su trayectoria musical. Interpretó temas de La Quinta Estación, como “Niña” y “Algo más”, reavivando la pasión de sus fans más antiguos. Pero la sorpresa no se hizo esperar. Natalia recordó un momento inolvidable con Juan Gabriel, relatando la anécdota de haber compartido escenario con el “Divo de Juárez” y la grabación posterior de “Si quieres”.
El concierto incluyó un emotivo segmento de boleros, con clásicos como “Cien años”, “Sabor a mí”, “Perfume de gardenias”, “Bésame mucho” y “Piel Canela”, demostrando la versatilidad de la artista. Arnoldo Hemkes, su esposo, subió al escenario, recibiendo el cariñoso agradecimiento de Natalia: “Siempre está detrás conmigo dándome órdenes por el pinganillo. Es como mi voz de la conciencia. Lo amo. Nos acabamos de casar y ya soy más mexicana que nunca porque él es de Guadalajara”.
Un toque de mariachi añadió aún más sabor a la noche, con temas como “Canta, canta, canta”, “Me gustas mucho”, “La gata bajo la lluvia” y “Costumbres”. La participación de Carlos Rivera como invitado especial, interpretando junto a Natalia “El destino” de Juan Gabriel y Rocío Dúrcal, fue uno de los momentos culminantes, con ambos artistas recibiendo una ovación ensordecedora. La presentación concluyó con un repaso por sus éxitos más emblemáticos, incluyendo “Me muero”, “Quédate con ella”, “El sol no regresa”, y “El rey”, dejando al público con la satisfacción de haber presenciado una noche mágica.
La despedida fue tan emotiva como el inicio. Natalia, agradeciendo la presencia de los miles de asistentes y anunciando su regreso en mayo, inmortalizó el momento con una selfie colectiva, un recuerdo imborrable de una velada excepcional.