Su nombre, Brian Murphy, resonaba en los hogares británicos gracias a icónicas series de comedia. Nacido en la Isla de Wight en 1932, su trayectoria artística comenzó en la década de los 50, cuando se unió al innovador Theatre Workshop. Esta compañía, fundada por la directora Joan Littlewood y Gerry Raffles, se caracterizó por su enfoque en modernizar el teatro y acercar las artes escénicas a la clase trabajadora.
Murphy no solo actuó en numerosas producciones shakesperianas dirigidas por Littlewood, sino que también participó en su única película, la comedia Sparrows Can't Sing. Sin embargo, su salto a la fama llegó con la serie de ITV, "Man About the House" (Un hombre en casa). Esta comedia, ambientada en los años 70, exploraba la dinámica de un hombre viviendo con dos mujeres, catapultando a Murphy a la cima de la popularidad.
El éxito de "Un hombre en casa" le permitió protagonizar el spin-off, "George and Mildred" (Los Roper). En este caso, interpretó a George Roper, un personaje memorable por su carácter gruñón y egoísta, acompañado por su esposa Mildred, interpretada por su compañera del Theatre Workshop, Yootha Joyce.
Más allá de estas series emblemáticas, su carrera continuó con apariciones en producciones como "Holby City", "The Catherine Tate Show", "Benidorm" y "Last of the Summer Wine". Su amigo y agente, Thomas Bowington, lo describió como un "hombre alegre y profundamente bondadoso", rindiendo homenaje a su "talento y humanidad". La noticia de su fallecimiento a los 92 años en su casa de Kent, el pasado domingo, ha generado una ola de tristeza entre sus admiradores, quienes recuerdan con cariño su larga y fructífera carrera.
Su legado trasciende las pantallas, dejando un recuerdo imborrable en la historia de la comedia británica y en el corazón de quienes disfrutaron de su talento.