El centro de la polémica reside en las acusaciones de Maribel Guardia, quien asegura que Imelda Tuñón presenta problemas de adicciones y conductas inapropiadas. Estas afirmaciones, realizadas en una reciente conferencia de prensa, fueron seguidas por un análisis de antidoping realizado por Imelda, en el programa De primera mano, que arrojó un resultado positivo para cannabis.
Imelda Tuñón, sin embargo, respondió rápidamente a través de sus redes sociales. No solo compartió los resultados de una nueva prueba de antidoping, esta vez con resultado negativo, sino que también publicó los resultados de un "Inventario de Valores de Hartmann".
Este examen psicológico, según la documentación publicada, indica que Imelda presenta "un excelente balance entre sus valores externos e internos", con "capacidad de ejercer control sobre sus impulsos con una calificación promedio". El informe concluye que su "capacidad para ser causante de acciones dañosas o violentas es muy escasa".
La publicación de estos resultados, según declaraciones de Addis Tuñón, hermana de Imelda, no busca confrontar a Maribel Guardia, sino demostrar su aptitud para el cuidado de su hijo y limpiar su imagen pública, manchada por las acusaciones previas.
Sin embargo, la controversia no termina ahí. Testimonios de allegados a Imelda, como Nagibe Abbud, una examiga, pintan un panorama diferente en una entrevista para TVNotas. Abbud afirma que Imelda tiene un historial de consumo de sustancias como "coc... y ‘tusi’ (llamada la coc... rosa)", y la describe como una persona manipuladora que busca controlar a quienes la rodean. René Marcos, amigo de Julián Figueroa (fallecido esposo de Imelda), también la calificó como "tóxica" y con un afán de control sobre el cantante.
La evidencia presentada por ambas partes – pruebas de antidoping, evaluaciones psicológicas y testimonios – complica aún más el panorama de este caso que continúa en desarrollo.