Selena Gomez y Hailey Bieber: Encuentro y Evasión en la Fiesta Vanity Fair de los Oscar
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Yelitza EspinozaHablamos de atuendos, de presentaciones estelares, y... de encuentros (o ausencias de ellos) que alimentaron la vorágine de los chismes.
El foco de atención se centró en la fiesta de los Oscar de Vanity Fair, donde Selena Gomez y Hailey Bieber coincidieron. Ambas impactaron con elegantes vestidos negros sin tirantes, un detalle que no pasó desapercibido por los medios. Sin embargo, "no había forma de que Selena quisiera una foto incómoda y que todos escribieran sobre ella al día siguiente", según una fuente cercana a DailyMail.com. La fuente agregó que Selena, quien se desempeñó como presentadora en la ceremonia de los premios por la película "Emilia Pérez", "quería centrarse en eso".
Esta decisión de "evitarse" no significó falta de cordialidad por parte de Gomez. La misma fuente aclaró: "Si se encontraran, ella se saludaría, por supuesto, porque Selena es una persona amigable. Solo quería evitar que la fotografiaran con ella o cerca de ella porque entonces nacen 100 historias. 'Selena se tomó una foto con Hailey en el pasado y no se sintió bien'".
Mientras tanto, Hailey Bieber, quien asistió sin su esposo Justin Bieber, pasó la velada rodeada de otras celebridades como Zoe Kravitz y Madison Beer. Su impactante vestido Saint Laurent, vintage de Yves Saint Laurent, y su radiante presencia acapararon las miradas. La ausencia de Justin Bieber, quien recientemente celebró su cumpleaños 31, ha generado especulaciones en redes sociales sobre su estado de salud, aunque su representante desmintió rumores sobre consumo de drogas. Las publicaciones de Hailey en redes sociales muestran una imagen de unidad con el cantante.
La noche también estuvo marcada por otros eventos: el debut de Conan O'Brien como anfitrión, la impresionante presentación musical de Ariana Grande y Cynthia Erivo, y el triunfo de la película independiente "Anora" como Mejor Película.
En resumen, una noche llena de glamour, presentaciones memorables, y, por supuesto, el siempre presente "qué dirán" que rodea a las figuras públicas. La fiesta de Vanity Fair fue un escenario perfecto para las especulaciones, donde la elegancia y la controversia se fusionaron.
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