Exempleados acusan a Justin Baldoni de explotar el tema de enfermedades terminales en sus proyectos

La polémica surgió a raíz de una publicación en Los Angeles Times, donde exempleados de Wayfarer Studios, la productora cofundada por Justin Baldoni y Steve Sarowitz, describieron un ambiente laboral complejo. Algunas acusaciones apuntan a una práctica de "positividad tóxica", con gestos filantrópicos –como grabarse dando ropa a un indigente o pedir a los empleados que firmen sus correos con "mucho amor"— percibidos como artificiosos por algunos antiguos trabajadores.
"Era una positividad constante, diría que tóxica", declaró un exempleado. "Siempre desconfío de la gente que se anuncia como disruptora del statu quo o como 'buena gente'. Se sentía falso."
Además de las críticas al ambiente laboral, el artículo del Los Angeles Times menciona la creciente influencia de la fe baháʼí en la cultura de la oficina, generando incomodidad en algunos empleados. "Había un aspecto evangelizador en la forma en que Justin hablaba de la fe que, en mi opinión, era inapropiado profesionalmente", comentó otro ex trabajador. Aunque la mayoría del liderazgo y el personal no practica esta fe, se afirma que los principios baháʼís se invocaban con frecuencia en discusiones sobre la misión y los proyectos de la empresa.
Otro punto de controversia se centra en la recurrente temática de enfermedades terminales en los proyectos de Baldoni, incluyendo la película "Five Feet Apart". Un exempleado señaló: "El mensaje era siempre: 'Estas personas se están muriendo y aún tienen una actitud positiva, así que todos tenemos una razón para ser positivos'. Pero, ya sabes, también estás ganando dinero con estas personas, así que se siente al menos ligeramente explotador".
Estos señalamientos se suman a una demanda anterior de 2020 contra Baldoni y Wayfarer Studios, presentada por Shane Norman, un ex ejecutivo afroamericano que alegó despido injustificado tras denunciar desigualdades raciales en la empresa. Aunque la demanda fue finalmente desestimada tras un acuerdo extrajudicial, las acusaciones de "marginación y utilización simbólica de personas de color" permanecen en el debate público.
Sin embargo, no todos los testimonios son negativos. La directora Christel Cornilsen, la primera mujer en dirigir un proyecto de Wayfarer, describió una experiencia positiva, destacando el apoyo recibido durante un rodaje en Malaui con dificultades de infraestructura.
En medio de estas acusaciones laborales, se encuentra la batalla legal en curso entre Justin Baldoni y Blake Lively, su coprotagonista en "It Ends With Us". Las acusaciones de acoso sexual y difamación cruzadas entre ambas partes, amplificadas por una extensa publicación en el New York Times, han dado un giro mediático inmenso al caso.
La situación presenta una compleja red de acusaciones, desmentidos y demandas, dejando en evidencia las complejidades ocultas detrás de la industria cinematográfica y la imagen pública de sus figuras más destacadas.