'Hamilton' cancela funciones en Kennedy Center tras cambios en la administración por Trump

La noticia, que ha sorprendido a muchos, gira en torno al Kennedy Center, un ícono de las artes escénicas en Washington D.C. Su historia, que se remonta a la administración de Dwight Eisenhower y lleva el nombre de John F. Kennedy, lo ha posicionado como un espacio emblemático, un lugar donde la política, idealmente, se mantenía alejada del escenario.
Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la presidencia ha cambiado las reglas del juego. En su segundo mandato, y según reportes de la Associated Press, Trump tomó una decisión que ha desatado la polémica: despidió a la cúpula directiva del Kennedy Center y reemplazó a la junta de fideicomisarios con sus propios aliados. “En mi dirección, vamos a hacer que el Kennedy Center en Washington D.C., SEA GRANDE OTRA VEZ”, escribió en sus redes sociales, según las mismas fuentes.
Esta acción, calificada por muchos como una imposición política, no ha pasado desapercibida. Varias figuras prominentes, como Ben Folds, Renée Fleming y Shonda Rhimes, renunciaron a sus vínculos con el centro en señal de protesta. La reacción más significativa, hasta el momento, ha venido de la producción de Hamilton.
El aclamado musical, programado para presentarse en el Kennedy Center en marzo y abril de 2026 por tercera ocasión, canceló sus funciones. Jeffrey Seller, el productor principal, emitió un comunicado explicando la decisión: “El Kennedy Center fue fundado hace más de 50 años con un sincero espíritu bipartidista... La política nunca ha afectado la presentación de miles de espectáculos y la exhibición de extraordinarias artes visuales. Dadas las acciones recientes, nuestro espectáculo simplemente no puede, en buena conciencia, participar y ser parte de esta nueva cultura que se está imponiendo en el Kennedy Center.”
La cancelación de Hamilton no es un caso aislado. Otras producciones, como las de Issa Rae, también han decidido romper lazos con el Kennedy Center bajo la nueva administración. Los próximos meses serán cruciales para observar cómo esta situación impacta el futuro de este importante centro cultural y la relación entre las artes y la política en Estados Unidos.