Y aunque la obsesión por la eterna juventud es un tema recurrente, pocas veces se revelan los trucos reales, los que escapan al glamour y a los tratamientos costosos.
Hablamos de Shania Twain, la icónica cantante country que a sus 57 años, a punto de cumplir 60, sigue cautivando con su belleza. Su reciente aparición en una playa mexicana, sin maquillaje y luciendo espectacular, volvió a encender la conversación sobre sus secretos de belleza. Recientemente, en una entrevista con Us Weekly, Shania reveló su fórmula, una que se aleja de los costosos tratamientos de belleza.
Su estrategia, simple pero efectiva, se basa en cuatro elementos clave, todos accesibles y económicos:
- Mucha agua: "Trato de beber tanta agua como pueda," confesó la cantante. Un básico, sí, pero fundamental para la hidratación y la salud de la piel.
- Exfoliación casera: Olvida los exfoliantes comerciales. Shania utiliza un método natural: "Siempre me he exfoiliado. No compro un exfoliante; simplemente lo hago. Si estoy cerca de la playa, uso arena."
- Vaselina: Un clásico que resiste el paso del tiempo. "Creo en las cosas de antaño, como un poco de Vaselina," dijo Shania.
- Bag Balm: Otro producto sencillo, pero efectivo según la artista: "Siempre pensé que Bag Balm era lo mejor de todo."
Si bien Shania admite usar también la costosa
Crème de la Mer, la base de su rutina se centra en estos cuatro elementos accesibles. Su transformación, desde una joven insegura que evitaba los bikinis, hasta la mujer radiante que posó desnuda y cubierta de lodo para la portada de su álbum "Queen Of Me", refleja una evolución personal que trasciende la belleza física. Su historia, marcada por un divorcio complicado tras descubrir la infidelidad de su entonces esposo Robert Mutt Lange con Marie-Anne Thiébaud (la esposa de su actual marido, Frédéric Thiébaud), la ha llevado a abrazar la confianza en sí misma, un elemento clave para sentirse joven y bella, independientemente de la edad.
La experiencia de Shania demuestra que la belleza no reside únicamente en productos costosos, sino también en la simplicidad, la constancia y, sobre todo, en la aceptación de uno mismo.
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