Príncipe George: A sus 11 años, listo para ser Rey

Hablamos del Príncipe George, el primogénito del Príncipe William y Kate Middleton, quien ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión al trono británico. A sus 11 años, su preparación para el futuro ya es una realidad, un proceso cuidadosamente orquestado por sus padres.
Fuentes cercanas al Palacio de Buckingham confirman que el joven príncipe recibe instrucción constante de sus padres. “William y Kate están haciendo lo correcto al protegerlo para que pueda tener una infancia lo más normal posible, pero él también está asumiendo sus deberes como futuro monarca,” declaró una fuente al Daily Mail. Esta preparación no se limita a lecciones teóricas, sino que incluye experiencias prácticas. La reciente participación de George en una fiesta de té en el Palacio de Buckingham, por ejemplo, reflejó este enfoque.
El autor real Robert Lacey, en declaraciones al Daily Mail, aporta una perspectiva valiosa: “Habrá un momento y un lugar para criar a George y entender cómo encaja en el mundo, pero por ahora solo se trata de mostrarle un entorno seguro y estable a su alrededor. Con una responsabilidad tan grande que le espera, no es de extrañar que William y Catalina quieran preparar a su hijo lo mejor que puedan, algo en lo que se han centrado más en los últimos años.”
El cómo y el cuándo se le comunicó a George su futuro rol es un detalle significativo. Según Robert Lacey, consultor histórico de la serie "The Crown", la conversación crucial ocurrió en el verano de 2020, después de que el príncipe cumpliera siete años. La decisión, según Lacey, surgió después de que el propio William sintiera “descontento por la forma caótica en que todo el asunto de su destino real se había desarrollado alrededor de su cabeza desde el principio.”
Aunque los detalles exactos de la conversación entre William y Kate con George permanecen privados, el Daily Mail señala la importancia de que la información se le diera mucho antes de su cumpleaños número 12 (22 de julio de 2025), fecha a partir de la cual se aconseja que el joven príncipe no viaje en el mismo avión que su padre, por razones de seguridad y sucesión.
La fiesta del té en Buckingham, según el Daily Mail, sirvió como una prueba de fuego, demostrando la madurez y disposición del Príncipe George ante su destino.