Sheila Devil: La difícil vida tras la herencia de Camilo Sesto

Más allá de los titulares sensacionalistas, hay una historia humana compleja que involucra a Sheila Devil, la joven transgénero que heredó el legado –y los problemas– del reconocido cantante español, Camilo Sesto. Su nombre de nacimiento, Camilo Blanes Cortés, apenas es un eco en el torbellino mediático que la rodea. Desde hace años, Sheila ha protagonizado controversias por su estilo de vida, peleas con su madre, Lourdes Ornelas, y problemas con la justicia relacionados con el consumo de sustancias.
En este contexto, la voz de Ángela Carrasco, cantante española y amiga cercana de Camilo Sesto, ha generado un nuevo capítulo en esta saga. En una entrevista con el programa matutino "Hoy", Carrasco expresó su preocupación por la situación de Sheila, a quien se refiere cariñosamente como "Camilín". “Es muy triste ver a ‘Camilín’, con el talento que tiene, pasando por esto,” dijo Carrasco, manifestando una profunda tristeza por el camino que ha tomado la joven. La cantante recordó la gran capacidad de "Camilín", resaltando el talento desperdiciado en medio de una vorágine de problemas.
Ángela Carrasco, recordada por su participación junto a Camilo Sesto en el icónico musical "Jesucristo Superestrella", donde interpretó a María Magdalena, habló de su amistad con el fallecido artista. Su relación, una amistad consolidada a través de años de trabajo conjunto, fue una fuente de admiración mutua y profesionalismo. Esta cercanía a la familia le otorga una perspectiva privilegiada en la actual situación.
Carrasco fue más allá de la simple preocupación. En sus declaraciones, se refirió a las influencias negativas que rodean a Sheila, señalando: “Hay personas a su alrededor que se llaman amigos, que te dan drogas, que te avasallan, y cuando vienes a ver, está cometiendo acciones terribles.” Incluso, la cantante extendió una invitación a Sheila a conversar, deseándole lo mejor desde la Ciudad de México. "A mí si me gustaría tener una oportunidad y poder hablar contigo. Vamos a hablar porque yo sé que se puede sacar tanto," dijo con sincera esperanza.
La historia de Sheila Devil no es solo un caso de excesos y problemas legales; es un reflejo de las complejidades de la vida moderna, una lucha personal que trasciende lo mediático y toca fibras sensibles en una sociedad preocupada por el bienestar de los jóvenes.