Holanda
Un error al responder un correo puede ocasionarte problemas en el trabajo, familia y en tus relaciones.
A menudo se nos dice que una delgada línea divide el amor del odio. ¿Pero sabías que en realidad puedes ver esta línea? Y por cierto, es bastante delgada.
De hecho probablemente está en algún lugar de tu pantalla ahora mismo. Es esa pequeña franja vertical que separa la opción ‘Responder’ de la de ‘Responder a Todos’ en tu correo electrónico.
Ese botón es inflamable; es capaz de prender fuego a tu carrera, amistades y relaciones. Lo primero en lo que haces clic es ‘Enviar’. Lo próximo que vas a querer es hacer clic en el botón de pánico.
Es una línea muy delgada. Y en este punto en la larga historia de la comunicación digital, todos conocemos a alguien (quizá tu reflejo en el espejo) que la ha cruzado.
Esta semana conocimos a Max Wiseltier, un estudiante de ciencias computacionales de la Universidad de Nueva York en Estados Unidos, quien accidentalmente contestó un correo a 40,000 estudiantes, quienes estaban incluidas en un correo electrónico. Es una forma humillante de presentarte, pero al menos el contenido benigno del correo electrónico de Max (una pregunta breve destinada a su madre) le dejó algunos pedazos de dignidad intactos. Además, es la universidad.
Alguien más está destinado a meter la pata de peor manera y más públicamente cualquier día.
Sin embargo, no puede decirse lo mismo de la profesional de Relaciones Públicas quien, inadvertidamente respondió a todas las personas en su empresa con un documento confidencial .