La encrucijada de Venezuela con crisis permanente

Caracas, Ven.
El país parece haberse acostumbrado a vivir en un estado de vicisitud.
El país parece vivir en una crisis permanente, con problemas económicos causados por la caída de los precios del petróleo, y una tensión política agravada por la condena a casi 14 años de cárcel al líder opositor Leopoldo López. Al mismo tiempo, enfrenta un nuevo conflicto con la vecina Colombia
Desde hace años, decir Venezuela y crisis suena a redundancia. El país parece haberse acostumbrado a vivir en un estado permanente de vicisitud. Con un cúmulo de pendientes, con la economía descuartizada por el déficit público y la inflación, el gobierno de Nicolás Maduro sigue repitiendo estrategias de conflictos con Colombia cada vez que los problemas amenazan su popularidad, o avanzando sobre los opositores más acérrimos al gobierno, como es el caso del ex alcalde de Chacao, Leopoldo López, y otros 104 dirigentes que pueblan la lista de presos políticos, para poder mantenerse en el terreno que mejor conoce y que más le gusta, el de la tensión política permanente.
Frente a problemas estructurales, los herederos de Hugo Chávez siguen anclados en la necesidad de mantener a flote su estratégica estructura petrolera para sostener una economía averiada. De hecho, un nuevo crédito por 5 mil millones de dólares de China a Caracas no fue para reforzar las arcas venezolanas en el Tesoro o para paliar el cada vez más grave desabastecimiento, sino para mejorar la estructura de Petróleos de Venezuela (PDVSA), que desde hace más de una década sufre serias dificultades operacionales y un déficit de caja que en 2015 ascendió a 43 mil millones de dólares.
La producción de PDVSA cayó de 3.3 millones de barriles diarios en 2003 a 2.8 millones en la actualidad. Un panorama que para el experto Javier Hernández es el fruto “de políticas empresariales erróneas y de una absurda política cambiaria que va desvalorizando sus activos”.
Pero si los contratiempos petroleros explican algunos aspectos de la crisis, es la mala praxis del gobierno de Maduro la que va profundizando cada vez más los problemas estructurales de Venezuela y acumulando conflictos como si fueran capas geológicas, en la antesala de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. “La situación de deterioro no es nueva en el país. Vemos que el chavismo está en franco declive, pero no se puede afirmar aún que hayamos entrado en una transición. Lo haremos si la oposición logra imponerse en los próximos comicios”, afirma la analista Margarita López Maya.
La sociedad venezolana reclama a la oposición, integrada en torno a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y otros partidos como Voluntad Popular, del sentenciado Leopoldo López, transformarse en una alternativa.