Nuncio Apostólico: Papa viene a un México en transición democrática

México, DF.
La violencia, migración, secularización, así como la pobreza en México son algunos de los temas que le preocupan al papa Francisco y que tocará durante la visita que realizará del 12 al 17 de febrero próximo, afirmó el nuncio apostólico Christophe Pierre, quien resaltó que el Pontífice llegará a un país en transición democrática con una nueva cultura y mentalidad.
Arribará a una nación que paralelamente vive un cambio cultural que afecta a la religión y a la fe. “El Papa viene también para ayudarnos a abrir los ojos sobre la realidad”, destacó el representante del Vaticano en entrevista.
Subrayó que Jorge Bergoglio “no viene milagrosamente a resolver todas las crisis, sino para ayudarnos y confrontarnos con el problema de vocación que existe”.
Christophe Pierre —quien lleva más de ocho años en México y afirma que en ese lapso ha recorrido toda la República, por lo que sabe de los problemas que enfrenta cada región— destacó que el Pontífice también conoce esa realidad por los informes que le entregan los obispos de la nación.
¿A qué México llega el Papa?
—Viene a un país en transición en todos los aspectos, se ha hablado mucho de eso. Desde mi llegada a la República hace más de ocho años he oído hablar de la transición y del aprendizaje de la democracia.
México está viviendo una transición, porque hay una cultura nueva, otra mentalidad y un nuevo aprendizaje del control social, del papel de los intermediarios. De lo que significa ser jefe de Estado, parlamentarios, el aprendizaje de responsabilidad social. Es una sociedad que a través de crisis está cambiando.
¿Qué temas le preocupan al Papa de la realidad que hay en México?
—La situación del cambio cultural que afecta a la religión, a nuestra fe, y que sabemos que podemos incidir en la sociedad, si vivimos en nuestra fe. Es por eso que el Pontífice, no sólo en el caso de México, sino a nivel mundial, está muy preocupado por la violencia, como en Medio Oriente, por la injusticia en todo el mundo.
Es muy interesante que él propone el Año de la Misericordia en el sentido de atención a las personas, a las situaciones y no solamente concentrarse en una política global, sobre diferentes situaciones.
Por ejemplo, en México existen barrancas donde lamentablemente hay pobres en situación de miseria total. El Papa viene también a ayudarnos a abrir los ojos sobre la realidad.
Hemos visto que de 1979 a la fecha, desde el primer viaje de Juan Pablo II a México, este éxito de las visitas papales no se ha reflejado en mantener el mismo número de fieles, ni en resolver el problema de la falta de vocaciones.
—Es verdad, precisamente porque la crisis es profunda. El Papa no viene milagrosamente a resolver todas las crisis de la sociedad. Él también es un actor, es un pastor que vive en el mundo de hoy. Viene para ayudarnos para confrontarnos con los problemas.
La crisis de vocación que existe. Vengo de Francia y ahí el problema es tremendo, pero todavía en México tenemos un tejido cultural muy marcado por la vida religiosa, eso es también la belleza, el valor de la sociedad mexicana que no hay que perder.
Viene también para dialogar con sus hermanos obispos y ayudarles a no perder lo que tenemos, no echarlo por la ventana, precisamente estos valores, este tejido social donde la familia tiene todavía importancia.
Pero hay que reconocer que sí hay secularización, la separación de la fe de la vida se está haciendo.
¿Por qué escogió el Papa Ciudad Juárez, San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez y Morelia?
—Eso fue un deseo del Santo Padre, venir a estos lugares.
¿Para ello consideró algo de lo que pasa en esas ciudades?
—Es muy coherente con lo que ha dicho, pienso que siempre ha invitado a salir al encuentro, ir a las fronteras, no solamente a las físicas, sino a la frontera del dolor, de la pobreza y la ignorancia.
El Papa es una persona de símbolo, de un gesto que es simbólico, podemos esperar que durante este viaje haya muchos símbolos pequeños que vayan a impactar a la gente.
¿Entrará en contacto con los familiares de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero?
—Pienso que el Pontífice no puede, no viene como la solución a los problemas de México. No puede encontrarse con cada grupo de víctimas y resolver todos sus problemas.
Llega para ofrecer a todos una esperanza. Las puertas están abiertas a varios grupos, ojalá el Papa pueda manifestar su cercanía y su mensaje, pero él no puede organizar, no es su papel realizar encuentros.