En junio de 2020, meses después del Culiacanazo, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) diseñó y propuso un “inédito” programa de comunicación e imagen con indicadores medibles. Enlistó decenas de actividades, entre las que se encuentran garantizar que militares participen en telenovelas, series y documentales, así como realizar actividades inusuales para redes sociales, conocidas como flashmobs.
La Defensa Nacional deja claro en el documento Plan Estratégico de la Dirección General de Comunicación Social, que los soldados buscan que sea la institución “más confiable, cercana y respetada por la sociedad”. Incluso, subrayan, más que la Marina. El documento cuenta con 90 páginas y está firmado por el general Ricardo Trevilla Trejo, responsable del área de Comunicación de la dependencia.
La Sedena ordenó hacer una encuesta tras la captura y posterior liberación del narcotraficante Ovidio Guzmán López en la capital de Sinaloa y aunque asegura que no le afectó significativamente, en el documento acepta que existen “nuevos retos que están poniendo a prueba nuestras capacidades de planificación, organización, dirección y control como pocas veces”.
La información se encuentra entre los correos hackeados a la Sedena por el grupo Guacamaya. En otro texto se lee que el Culiacanzo sí impactó negativamente la imagen de la Sedena, debido a una “deficiente planeación”.
Además, los militares establecieron como “amenazas” a la imagen de la dependencia la percepción de militarización del país y usurpación de funciones de otras dependencias federales, la asociación con el Ejército del posible mal funcionamiento de la Guardia Nacional, la sobrecarga de actividades, la asociación con el Ejército de la aprobación presidencial, los ataques políticos de opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador, la captura de blancos prioritarios por parte de otras dependencias “haciéndonos ver menos eficientes”, los posibles problemas en obras de infraestructura hechas por la Sedena y la posible desmoralización de las tropas, y califica como grave el “involucramiento mediático en casos emblemáticos”, como fue el Culiacanazo.
El plan muestra un trabajo detallado
Entre los indicadores se encuentra el 1.7.1, que dice “impulsar el empleo de personajes militares en programas televisivos [novelas, series, concursos, etc.). Indicador: Promover la inclusión de tres personajes militares por año”. También proponen que se usen locaciones verde olivo en programas televisivos.
El indicador 1.7.3 refiere la necesidad de “apoyar películas sobre hechos militares relevantes o acciones heroicas de militares… tres películas por año.
“Un gobierno democrático con alta confianza social, es un gobierno fuerte, con margen para emprender diversos proyectos; por el contrario, un gobierno con baja confianza difícilmente podrá llevar a cabo proyectos; la desconfianza de la gente se traduciría en manifestaciones, rechazo a políticas públicas e incluso acciones violentas”, se lee en el documento que se elaboró con base en análisis y citas bibliográficas.
“Por ello, es necesario estudiar la confianza que la ciudadanía deposita en el Ejército como un asunto de alta prioridad”, dice.
La Sedena colocó como indicador “promover la materialización de 12 flashmobs con las organizaciones musicales regionales por año”, en referencia a una actividad que en los últimos años se ha hecho viral y consiste en la grabación de un momento poco común en un lugar público.
La Sedena también plantea abrir cuarteles para que la gente los visite: “Continuar con la apertura de campos militares para paseos dominicales. Indicador: Permitir la apertura de 12 campos militares por año”, se establece en el punto 1.12.8.
En el punto 1.4.3 se expone la necesidad “captar cinco atletas de alto rendimiento para su ingreso a este instituto armado”, y “difundir la imagen del Ejército y F.A.M. a través de los estudiantes de intercambio”.
Se incluye hacer videoclips con el tema La Gran Fuerza de México, establecer contacto con corresponsales extranjeros, impulsar las botargas de los personajes sargentos Bravo y Victoria, realizar podcasts y relacionarse con influencers.
Uno de los objetivos claros de la Sedena es tener una mejor imagen que la Marina, que siempre aparece en primer lugar de la aceptación social.
“Es posible a mediano plazo trasladar al Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos del segundo al primer lugar”, precisa.