Con una ventaja de sólo 1.8 puntos, el candidato del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, ganó la presidencia de Brasil en la segunda vuelta electoral de ayer.
Con eso, gobernará por tercera ocasión el país más grande de América Latina.
Con 99.9% de los votos computados, el izquierdista obtuvo 50.9% de los sufragios, según los resultados del Tribunal Superior Electoral (TSE).
En tanto, el actual mandatario, Jair Bolsonaro, del Partido Liberal, sumó 49.1% de los votos.
En su primer mensaje tras las difusión de los resultados oficiales, Da Silva afirmó que se trató de un triunfo por encima de la estructura partidista.
“Es la victoria de un inmenso movimiento democrático que se formó por encima de los partidos y las ideologías para que ganara la democracia”, aseguró el político que gobernó el país en dos periodos, de 2003 a 2010.
El izquierdista, quien estuvo en prisión acusado de corrupción como parte de la operación Lava Jato, sostuvo que la población desea más democracia.
El pueblo brasileño desea más y no menos respeto, desea más y no menos libertad, igualdad, fraternidad en nuestro país. Desea más escoger el derecho sagrado de quién desea que gobierne su vida”, afirmó acompañado de su esposa Janja y la exmandataria Dilma Rousseff.
Luego de la difusión de los resultados, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró el triunfo de Da Silva.
Para López Obrador, el triunfo del brasileño traerá a ese país igualdad.
“Ganó Lula, bendito pueblo de Brasil. Habrá igualdad y humanismo”, escribió López Obrador en su mensaje acompañado de una fotografía en la que aparecen los dos políticos y tras ellos una imagen de Benito Juárez.
Los gobiernos de Francia, España. Cuba, Paraguay, Bolivia, entre otros, reconocieron el resultado.
“Envío mis felicitaciones a Luiz Inácio Lula da Silva por su elección para ser el próximo presidente de Brasil tras elecciones libres, justas y con credibilidad”, expresó el presidente estadunidense Joe Biden.
Hasta el cierre de esta edición, Bolsonaro no se había pronunciado para aceptar o desconocer los resultados. Es la primera vez que un presidente pierde la reelección.
“A partir del 1 de enero de 2023, voy a gobernar para 215 millones, no sólo para los que votaron por mí. No existen dos Brasiles. Este pueblo está cansado. Es hora de bajar las armas que nunca debieron ser empuñadas”, afirmó Lula.